| La semana pasada me preparaba para una entrevista viendo la serie por la que iba a hacer la entrevista. No sorprenderá a nadie que diga que la serie cuenta una historia real. Es la gran tendencia de la temporada. Antes, relacionaba el "basado en hechos reales" con película de la sobremesa del fin de semana. Ahora lo relaciono con miniserie de plataforma. Sin dificultad, puedo contar cuatro series basadas en hechos reales que he visto en las últimas 2-3 semanas: Pam & Tommy, ¿Quién es Anna?, Operación Marea Negra y a la que hacía mención antes y que no puedo desvelar. Y de repente me di cuenta de lo cansada que estoy de que la ficción me cuente historias que Google me puede destripar en dos clics. Quiero series que me sorprendan, quiero Succession, quiero Euphoria, quiero Juego de tronos. Y eso que todavía tengo pendientes por lo menos tres o cuatro más basadas en hechos reales que se han estrenado o se van a estrenar en muy breve. Posiblemente, uno de los motivos para esta tendencia es el mismo detrás de que se hagan tantas nuevas versiones de series antiguas o basadas en libros conocidos: es mucho más fácil llamar la atención y vender un título cuando el espectador ya tiene algún conocimiento sobre la historia que hay detrás que hacerlo con una que parte de cero. Es más fácil que te pongas a ver la historia de los legendarios Angeles Lakers de los ochenta que a la de un equipo de baloncesto totalmente inventado (si es que esa serie existiese). Si además eliges historias con cierto morbo o en las que se puede aplicar eso de que "la realidad supera a la ficción", mejor que mejor, ya tienes el titular preparado. En The Ringer escribían la semana pasada sobre la explosión de series de ficción que cuentan historias tecnológicas. En solo tres semanas se estrenan tres: Super Pumped: The Battle For Uber (jueves 3 en Movistar Plus+), The Dropout (en España la estrenará Disney+ el 20 de abril; en Estados Unidos se estrena hoy jueves en Hulu) y WeCrashed (18 de marzo en Apple TV+). Cada una cuenta la historia de una empresa tecnológica siguiendo la trayectoria de ascenso y caída de sus fundadores. Es decir, que de alguna forma, la tendencia de la temporada podría ser algo así como los timadores de Silicon Valley. El reportaje destaca las semejanzas entre ellas, como conjugar hechos reales y ficción (algo que Shonda Rhimes deja muy claro en ¿Quién es Anna? con su aviso inicial en cada capítulo de que "toda esta historia es completamente real, excepto aquellas partes que son totalmente inventadas") o el protagonismo de estrellas del cine: Joseph Gordon-Levitt en la primera, Amanda Seyfried en la segunda y Jared Leto y Anne Hathaway en la tercera. También que parece haber llegado el momento de revisar la historia tecnológica reciente y aprender de sus errores. Y no parece que la actual tendencia tecnológica vaya a ser cosa de tres semanas: Super Pumped ya tiene una segunda temporada confirmada que contará la historia de Facebook y HBO ha encargado una miniserie sobre esa misma red social, Doomsday Machine, centrada en Sheryl Sandberg, la jefa de operaciones de la compañía, a la que interpretará Claire Foy. A la entrevistada de la serie del principio le pregunté por esta explosión de series basadas en hechos reales y, después de pensar unos segundos sobre el asunto, me dijo que tenía la sensación de que el formato miniserie, que es el que suelen elegir estas producciones y que es otra de las grandes tendencias en la era de las plataformas (este asunto daría para otro boletín), es posiblemente más apropiado para contar historias complejas como estas que una película. No todo el mundo está de acuerdo con ella. TVLine pedía en un artículo dejar de extender hasta las 10 horas de una miniserie una historia que podría contarse en una película de dos horas. Todos los ejemplos que ponen tienen, casualmente, casos reales detrás: The Shrink Next Door, ¿Quién es Anna?, The Dropout, Pam & Tommy... El analista que escribe el artículo aventura varios motivos para esta tendencia. Que en el cine solo se hagan básicamente películas de superhéroes ha dejado los dramas normales para la televisión. Ahí tienes como opción hacerlo como película, que son minoría, o inflar la historia y convertirla en miniserie, que es un formato que además atrae a las estrellas porque no hay que comprometerse por mucho tiempo pero sí te permite lucirte y optar, quizá, a un Emmy. Además, como ahora tanto Netflix como Nielsen en Estados Unidos cuentan la audiencia de las series en función de los minutos vistos, alargar las historias no les viene mal. Eso sí, no es un problema que afecte solo a series basadas en hechos reales, y nos daría para otra newsletter, así que dejémoslo ahí por ahora... Lo que estoy viendo Como mi opinión sobre Euphoria la tenéis por aquí más extensa, voy directamente a novedades de la semana. Better Things (HBO Max) vuelve con un buen episodio, en su línea, con esa mezcla de comedia cotidiana, ternura y la visión irónica de Pamela Adlon sobre la vida que traslada a su personaje y que convierte a su serie en algo tan único, personal y potente, con lo que es muy fácil conectar. Siempre he tenido debilidad por esta serie y de la quinta y última temporada tengo más ganas que nunca. La pena es que la serie se acaba, pero eso también es bueno: es bueno que las cosas acaben cuando tienen que acabar (volviendo a lo que decíamos antes). He visto el primer capítulo de Nuestra bandera significa muerte (día 3 en HBO Max), una comedia de piratas con un humor bastante tonto, quizá incluso demasiado, que de momento no me mata. A las comedias hay que darles tiempo, intentaré dárselo a esta, pero con tanta oferta cada vez es más complicado. Algo más me gustó el arranque de Shining Vale (día 6 en Starzplay), comedia de terror sobre una familia que se traslada a una mansión encantada donde la madre empezará a ver y escuchar a la antigua inquilina, un ama de casa responsable de una matanza. Gran reparto (Courteney Cox, Greg Kinnear, Mira Sorvino) y un toque diferente e intrigante. Me quedaré a ver cómo sigue. Ya os adelanté que había visto también el estreno de La edad de la ira (Atresplayer Premium). No estoy segura de pertenecer a su público objetivo. Sé que no es una serie solo para adolescentes, pero me cuesta identificarme con sus personajes, al menos tal como están planteados en el primer capítulo. A mí me intriga más la parte del crimen, pero eso parece más bien una excusa para contar la historia de los personajes. Sí me parece interesante (aunque no novedoso) la opción de ir cambiando de punto de vista con cada capítulo, pero la serie me pierde en los momentos de más intimidad de los personajes. Será que me estoy haciendo mayor. Aun así, también seguiré, solo tiene cuatro capítulos y, ya que he visto un cuarto de la serie, la terminaré. (Creo que tengo la intención de seguir con demasiadas series, ¡que alguien me frene!). Lo que estoy leyendo Ya hablé una vez por aquí de esos artículos, reportajes, entrevistas, que me da mucha rabia que no se me ocurrieran a mí antes (supongo que es algo que nos pasa a la mayoría de los periodistas; salvo a los que siempre son más rápidos que el resto, claro). Esta semana me ha pasado con la entrevista que firma Pablo R. Roces en El Mundo a Luis Zahera. Cuando empecé Operación Marea Negra pensé, "¿también aquí Zahera?", y poco antes había leído el reparto de la segunda temporada de La Unidad, donde también está. Y estoy viendo Entrevías puntualmente cada semana. Es el secundario de moda en la televisión y Pablo lo supo ver. También Ángel S. Harguindey dio cuenta de ello en su columna unos días después. Esto no es de leer, es para ver. Lo he visto en Twitter esta mañana y me rompió el corazón. No sé cómo pero la entrevista de María Casado a Pedro Ruiz desembocó en unas preguntas del presentador a la periodista, presentadora del programa Las tres puertas en La 1. El programa no va nada bien de audiencias, eso es público y ella también lo sabe, claro. Y en un momento dado, Casado se viene abajo y no puede contener las lágrimas al pensar en los que está sufriendo por ello. No es habitual que veamos en la televisión cómo los presentadores u otras personas implicadas en los programas sufren cuando el programa va mal. Lo habitual es disimular, tirar para adelante, hacer como si estuvieras hecho de otra pasta. Cómo no empatizar con María Casado en ese momento que parece tan íntimo pero que tiene lugar ante las cámaras. La sugerencia de la Redacción Hoy se pasa por aquí la corresponsal de EL PAÍS en Lisboa, Tereixa Constenla, que nos está contando cómo es ese país vecino con el que tantas cosas tenemos en común, últimamente también bastantes cosas televisivas. Humm... apuesto por una serie de perdedores. Bueno, no exactamente. Sequía (La 1, RTVE Play) es un thriller sobre triunfadores a quienes persigue el pasado. Como su audiencia ha sido escasa, RTVE la ha relegado al rincón de pensar de la medianoche. Sus dos últimos capítulos (¡qué poca paciencia, señor!) se emiten este jueves después de Cuéntame y el viernes en lugar de en el prime time de los martes. Defiendo a Sequía incluso con sus defectos y su modestia. Su reparto es impecable, empezando por Elena Rivera y Marco d'Almeida, en el papel de sus inspectores protagonistas, y siguiendo por un tropel de buenos actores españoles y lusos. Aunque las coproducciones entre Galicia y Portugal comenzaron en 2017, esta es la primera serie que facturan conjuntamente RTVE y RTP, la cadena pública de Portugal, donde se estrenó con el título de Crimes submersos. Alrededor de la investigación de un doble asesinato cometido hace dos décadas, se van destripando los ajustes de cuentas de familias poderosas, los negocios hidroeléctricos con mucho dinero y poca ética, la vulnerabilidad del activismo y del periodismo local y la maraña de influencias en la que crece la corrupción. Los escenarios son poderosos. Damos por descontada la belleza de Lisboa o Cáceres, pero esos paisajes de la Raya castigados por la sequía tienen la fuerza de una del oeste. Las sugerencias de los lectores Cada semana publico en esta sección dos o tres propuestas de las que me habéis enviado y guardo el resto para siguientes entregas. Podéis mandar vuestras sugerencias televisivas (programas, series, documentales...) a nmarcos@elpais.es. Incluid, por favor, vuestro nombre, qué recomendáis y por qué lo hacéis en un párrafo. ¡Gracias! Beatriz Iznaola: "La serie que recomiendo es Por qué matan las mujeres, sobre todo la primera temporada. Está disponible en HBO Max y rompe con el mito de que las mujeres solo matan con veneno y silenciosamente. Desde un humor negro, muy bien trabajado, esta serie muestra la historia de tres mujeres que matan por algo más que simple amor y, sobre todo, que lo hacen alejándose del clasicazo veneno en la comida. Es una serie ideal para desconectar y entender que el amor puede matar y que las mujeres también lo hacen". Antonio G. Sierra: "Al mencionar Lilyhammer, me has dado casi hecho el debut en esta nueva sección. Aunque la serie ha cumplido efectivamente sus buenos 10 años, yo no la descubrí en Netflix hasta hace tres, en un rato de esos tontos y noctámbulos donde no encontraba nada a mi gusto. La primera temporada me absorbió casi sin descanso, si bien confieso que después tuve aparcadas las otras dos (supongo que se cruzaron muchas novedades de otras plataformas, aquí y allá), espaciando cada vez más sus capítulos hasta dejar los cuatro últimos de la temporada final para un postrero sprint, que hice esta pasada Navidad. De acuerdo que no va a entrar en el olimpo seriéfilo, pero la verdad es que no me resistí a partirme una vez más (tal vez la última en televisión) con ese rictus —entre pensativo y zumbón— del gran Steve Van Zandt, nuestro inolvidable Silvio Dante de Los Soprano, de quien nunca sabes si te está vacilando, te va a dar un abrazo o te va a pegar un tiro. Por lo demás, su retiro forzado, también como mafioso perseguido, en la gélida Noruega deja un buen puñado de momentos hilarantes al relatar sus interrelaciones con el cándido (en principio) paisanaje de la zona. Siguiendo el diccionario televisivo, diría que es un nordic noir en clave de absoluta comedia, con momentos muy naíf. Sigue en cartel y merece una visita". Siete series destacadas de esta semana - El turista. Jamie Dornan protagoniza este thriller con humor negro en el que un británico queda amnésico tras una persecución en el desierto de Australia y no recuerda quién es ni por qué le persiguen. Jueves 3 en HBO Max. - Nuestra bandera significa muerte. Comedia basada en la vida del noble reconvertido en pirata Stede Bonnet. Stede se convierte en el capitán del barco pirata y tendrá que ganarse el respeto de la tripulación. Jueves 3 en HBO Max. - Star Trek: Picard. Segunda temporada de la serie de aventuras que protagoniza Sir Patrick Stewart en el papel de Jean-Luc Picard. Viernes 4 en Amazon Prime Video. - Shining Vale. Comedia que homenajea a los clásicos de terror en la que una familia se muda a una mansión encantada. Domingo 6 en Starzplay. - Outlander. Séptima temporada de la serie que combina romance, aventuras e historia. Claire y Jamie tratan de mantener la paz y prosperar en una sociedad que se encamina hacia una gran revolución mientras que Claire trata de regresar a la normalidad. Lunes 7 en Movistar Plus+. - Tiempo de victoria: la dinastía de los Lakers. Drama sobre la vida profesional y personal de Los Angeles Lakers de la década de los ochenta, una de las dinastías más veneradas del deporte. Lunes 7 en HBO Max. - Total Control. Deborah Mailman y Rachel Griffiths protagonizan este drama en el que las trampas del poder y los tejemanejes de la política se entrecruzan. Martes 8 en Filmin. Todos los estrenos y sus fechas, en el calendario de Quinta Temporada. En la parrilla de Televisión en EL PAÍS: Para quejas, sugerencias, propuestas o preguntas, en Twitter soy @cakivi y en el correo, nmarcos@elpais.es ¿Nos ayudas? Reenvía esta newsletter a tus contactos o diles que se apunten aquí. Hasta la próxima semana. |