| Hola a todos: El miércoles por la tarde murió James Caan a los 82 años en su casa de Beverly Hills, Los Ángeles. De pocas cosas sé en la vida (por cierto, para conocer a los polímatas, eruditos en muchos y muy distintos campos, este artículo de Álex Vicente es espléndido), pero una de esas es El padrino. Y James Caan encarnó a Santino Sonny Corleone, el primogénito de don Vito, el hijo irascible llamado a heredar su imperio. Caan, que estudió en la universidad a Francis Ford Coppola, nació para ese papel con su físico tan marcadamente furioso. Así que cuando ayer se hizo público su fallecimiento, me puse a escribir. Un periodista nunca es noticia. Pero en el género de los obituarios los autores tienden a recordar sus encuentros con el finado. A mí me gusta escribir necrológicas... aunque no al ritmo en que se hacen ahora, con la lengua fuera, porque internet pide desaforadamente párrafos rápidos. Sin embargo, el conocimiento personal del fallecido creo que solo debe de aparecer en un texto cuando de verdad aporte información relevante. En todo caso, advierto: nunca conocí a James Caan. No lo he entrevistado, ni visto en una rueda de prensa, ni oteado a lo lejos. Como otros millones de espectadores, disfruté de su carrera, de sus películas con Coppola (revisad Jardines de piedra), y de sus pletóricos años setenta, cuando enlazó trabajo tras trabajo y en cualquier género. Aunque lo que hizo con Michael Mann en Ladrón es impresionante. Caan seguía actuando, así que en los próximos meses y a lo largo del año que viene veremos películas con él. Y si no, a las videotecas, a recuperar El Dorado, El padrino, Llueve sobre mi corazón, Llega un jinete libre y salvaje, Rollerball, Misery, El jugador, Ladrón, Otro hombre, otra mujer, Ayer, hoy y por siempre, El luchador... Si es que hasta creó la mítica expresión "Bada Bing!".
Cine propagandístico Hoy se estrena en España La batalla del lago Changjin, película china que recrea la batalla del embalse de Chosin —así se conoce en Occidente―, enfrentamiento determinante en la guerra de Corea, y un canto a la solidaridad, el sacrificio y la valentía de aquellas tropas a ojos del actual gobierno chino, que apoyó su producción y estreno. Es el último ejemplo perfecto del cine propagandístico que, entrado el siglo XXI, mantiene su pujanza. Porque en realidad la propaganda en el audiovisual nunca ha desaparecido. Y constantemente en las pantallas hay ejemplos. Próximamente veremos una curiosa aproximación rusa al campeonato del mundo de ajedrez de 1978 entre Víctor Korchnói y Anatoli Kárpov. Un apátrida (desertor a ojos del imperio soviético) y un hombre forjado en la resiliencia con el objetivo de lograr ese título. En The World Champion queda claro quién es héroe y quién villano a ojos del actual gobierno ruso, que ha financiado indirectamente su producción. Para hacer este reportaje sobre la actual ola del cine propagandístico, hablé con Pablo Sapag, profesor de Historia de la propaganda en la UCM. Hablamos sobre la propaganda en su siglo de vida en el cine, y él me señaló cómo las telenovelas turcas están siendo un eficaz vehículo de propaganda: "Turquía ha encontrado su arma propagandística en ese producto, que proyecta una imagen moderna muy determinada: la factura es muy actual en su esquema narrativo, pero a la vez destilan una carga machista intolerable. Aunque tienen cuidado: la misma telenovela es distinta según el mercado al que vaya destinada. Existe una geopolítica de la producción audiovisual con carácter propagandístico". Y cuando le pedí ejemplos recientes que él hubiera visto, apuntó: "La corresponsal (2018), certera en su aproximación a la vida de la periodista Marie Colvin, pero que en lo que atañe a Siria se sacan cosas de contexto y se manipulan; o la miniserie El espía (2018), con Sacha Baron Cohen, otro producto que retuerce los hechos históricos". Y qué decir de la avalancha de biografías de Churchill que han acompañado el Brexit. "La clave para que la propaganda sea efectiva es que no lo parezca". Pues eso. Taika Waititi, a su aire El martes, vía Zoom, hablé con Taika Waititi, un cineasta completamente alejado de los patrones de Hollywood, y que, sin embargo, se mueve por él sin complejos. Tras darle oxígeno a la saga Thor (de la que estrena ahora Thor: Love and Thunder), está escribiendo un nuevo largometraje de Star Wars, prepara su versión del legendario cómic El Incal, actúa, produce... Nunca coge vacaciones. Y me dijo cosas muy interesantes: "Poner límites al humor es muy peligroso. Oigo a otros haciendo chistes tontos racistas, cosa que detesto; sin embargo, no seré yo quien los censure". O "Creo que las religiones solo provocan problemas y joden a todo el mundo". Waititi tiene un estilo de humor muy definido, que comparte con creadores tan distintos como Nacho Vigalondo (con el que compartió candidatura a los Oscar en 2005 -dejando un vídeo glorioso- y con quien ha trabajado en Nuestra bandera significa muerte). Y desde luego, ya ha acumulado un puñado de obras fantásticas, como Lo que hacemos en las sombras o A la caza de los ñumanos). En persona no decepcionó (aunque con este comentario contradigo lo explicado antes sobre los obituarios y la implicación personal). Por cierto, esto es lo que opina Javier Ocaña de Thor: Love and Thunder. ¿Por qué el Oscar se llama Oscar? Pues ni fue la actriz Bette Davis cuando ganó su estatuilla por Peligrosa, ni Margaret Herrick en 1931 cuando se incorporó a la biblioteca de la Academia, y en su primer día dijo: "Me recuerda a mi tío Óscar". Las teorías de por qué el Oscar se llama Oscar, que no es su nombre oficial, cambiarán este otoño -en realidad, con las prepublicaciones, ya ha cambiado- con la aparición de un libro, The Academy and the Award (The Coming of Age of Oscar and the Academy of Motion Picture Arts and Sciences), sobre el primer medio siglo de la Academia de Cine, que ha escrito el ex director ejecutivo de la Academia Bruce Davis. Davis ha estado años rebuscando en el archivo y da por buena otra historia, que involucra a Eleanore Lilleberg, la trabajadora de la Academia que entre sus misiones tenía la de custodiar las estatuillas antes y durante cada gala, y a un marino noruego "alto y erguido". La teoría es curiosa, y si queréis saber más sobre esta investigación y su conclusión, solo tenéis que leer aquí. Daniela Vega y la inclusión Daniela Vega se convirtió en una celebridad internacional en 2018 cuando protagonizó el fllme chileno Una mujer fantástica, que ganó el Oscar a la mejor película extranjera. Fue además la primera actriz trans en aparecer como presentadora en la gala de los premios de Hollywood. Este martes charló con la activista y periodista trans Daniela Requena en Valencia en el primer Campus de Verano, organizado por la Academia del Cine. Y allí dijo, entre otras cosas que podéis leer en este reportaje de Ferran Bono, "Soy actriz, productora, poeta, vengo de lejos para estar cerca. Si los derechos de los trans son tendencia, bienvenido sea. Es interesante que las diferentes realidades de las personas se puedan llevar al primer plano. El arte se hace cargo mucho antes que la política, incluso que la ciencia, de las realidades de las personas y luego el mercado las recoge". Antes de pasar a los estrenos, os recomiendo repasar este listado de Elsa Fernández-Santos de 10 hitos del cine LGTB+. Que el Orgullo no se circunscriba solo a una semana. Estrenos de la semana Aquí van tres destacados, además del ya mencionado Thor: Love and Thunder. MALI TWIST. Robert Guédiguian Carlos Boyero escribe sobre este drama: "En Mali Twist, rodada en medio de la pandemia, Guédiguian abandona sus escenarios habituales y los rostros que habitan ancestralmente en su cine. Se traslada a Malí en el año 1962. El país se acaba de liberar de la colonización francesa. Hay jóvenes que se han creído de verdad la labor de concienciar a la gente del pueblo sobre los ideales y las ventajas del nuevo mundo, la colectivización, la educación, el socialismo". Podéis leer la crítica aquí. BENEDICTION. Terence Davies Dice Elsa Fernández-Santos de la nueva película del veterano Terence Davies: "Davies ya demostró en Historia de una pasión, su delicado acercamiento a Emily Dickinson, que por fortuna sus biopics poco tiene que ver con las películas que acostumbran a lucir esa etiqueta. La historia de Sassoon, fascinante de por sí para cualquier amante de la historia y la literatura inglesas, va mucho más allá gracias a una mirada cargada de sabiduría y melancolía". Podéis leer la crítica aquí. LINGUI. LAZOS SAGRADOS. Mahamat-Saleh Haroun También Elsa apunta de este filme: "No es solo una película sobre el aborto. Es un drama luminoso y vital como las mujeres africanas que lo protagonizan. Mahamat-Saleh Haroun, uno de los cineastas africanos más relevantes de las últimas décadas, logra un filme tan sencillo como rotundo". Podéis leer la crítica aquí. Hasta la semana que viene, que hablaremos, si todo va bien, con Antonio de la Torre. En Twitter, para cualquier consulta, soy @gbelinchon |
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