| Hola a todos: Volvemos a boletines sin premios (tal cual escribo, sé que estoy mintiendo, porque dentro de unos párrafos llegaremos al palmarés del festival de Málaga) o, al menos, no centrados en premios. Y arrancamos con una actriz que cumple escrupulosamente el paradigma "a la chita callando". Intérpretes que van haciendo su camino, poco a poco, y en el caso de quien hablamos, María Vázquez, desde la mal llamada periferia (el madridombliguismo es lo que tiene), desde Galicia, a la que volvió tras 15 años en los que viajó a Madrid como bailarina y se convirtió en actriz. Vázquez vive "en la aldea más grande del mundo": Santiago de Compostela. En una casa con huerto desde la que puede ir andando al centro de la capital gallega y muy cerca de sus padres, cuenta Sonia Vizoso en esta entrevista que tiene lugar por el estreno de Matria, de Álvaro Gago. Una peli gallega, sobre una trabajadora y madre gallega con una actriz gallega: era obvio que la entrevista había que hacerla allí. Y en esa charla explica que se sumergió en la faena de una fábrica de conservas y se enroló en un barco mejillonero. Se levantaba a las cuatro de la mañana para aprender a encordar los mejillones en las bateas de la ría de Arousa. Y que la película está inspirada en la vida real de Francis Iglesias. Como dice Vázquez, "Matria refleja la vida de unas mujeres muy fuertes y poderosas, pero con poca autoestima. Mantienen la industria en la zona de las Rías Baixas y también cuidan de su familia y de la familia de los demás para que estos puedan trabajar". Y de su trabajo (en su currículo están Mataharis, Quien a hierro mata, Trote y la serie El apagón), asegura: "Más del 90% somos obreras que lidiamos con la conciliación. Yo soy una mujer corriente que no podría trabajar si no fuera por la ayuda de mi madre jubilada". Vázquez está llamando a las puertas del Goya: desde luego merece la candidatura... Aún quedan muchas películas por ver como para apostar ya en estatuillas. Sobre Matria, Elsa Fernández-Santos escribe en su crítica: "Matria se nutre de esa gran escuela, pero la película de Gago muestra desequilibrios que acaban pesando en el conjunto". Podéis leer la crítica completa aquí. La liviandad y la seriedad del amor El francés Emmanuel Mouret estrena este viernes película. Y es estupenda. Se titula Crónica de un amor efímero, y de ella cuenta Javier Ocaña: "El filme viene para confirmarnos algunas cuestiones y para completar un panorama de infidelidad en el que el tono y la puesta en escena son tan relevantes como la palabra, que, como suele ser habitual en su cine, no para quieta". Podéis leer la crítica aquí. Yo estuve sentado con Mouret hace dos días, el miércoles, y charlamos de muchas cosas. Su melodrama viene promocionado como una mezcla de Woody Allen y Éric Rohmer. Yo pienso más en François Truffaut. Porque la película cuenta con falsa ligereza la larga relación entre una pareja adúltera pero que avanza cabalgando en su diferencia, casi en el antagonismo entre ambos. "Yo no hablo tanto del amor, algo muy intangible, como del deseo, más aprehensible", asegura su creador, que hace dos años nos alegró con Las cosas que decimos, las cosas que hacemos. "Sobre Truffaut estoy de acuerdo, y se lo agradezco. Apreció a Truffaut muchísimo, fue un maestro, y al conocer bien su cine soy consciente de lo lejos que estoy de él [risas]. Pero él ya ilustró esas relaciones sentimentales gracias al movimiento y un cierto aire novelesco que no existe en Rohmer". Es curioso: uno sospecha que esa pareja nunca acabará junta porque jamás están parados, mirándose a los ojos. Siempre hablan en movimiento. "Me gusta mucho el equilibrio entre lo grave y lo ligero, por eso me interesan Lubitsch y Wilder, por su equidistancia entre la ironía y la empatía. Y sobre lo de que no paren quietos, es cierto. Pero más allá del título, que deja claro al espectador el final, creo que dejo abierta al final una puerta...". Una buena recomendación para las salas este fin de semana. Robert Downey Junior ama a Robert Downey Senior Siempre he sospechado que Robert Downey junior podría haber sido un actor estratosférico. Me refiero en lo interpretativo, porque en dinero y volando en pantalla ya lo es gracias a Iron Man. Y juraría que él también se lo plantea. En el hermoso documental Robert Downey Senior, que tenéis disponible en Netflix, la estrella homenajea a su padre, el prestigioso cineasta experimental que le dio el nombre. Es un filme nostálgico, un tributo a un creador fuera de la industria, que con todo hizo el correspondiente viaje a Hollywood... del que salió escaldado. Entre sus trabajos, Chafed Elbows, Pound, Greaser's Palace, Putney Swope y Moment to Moment. Los últimos años antes de que falleciera (murió en julio de 2021 afectado de párkinson), Downey senior encaró una última película, empujado por su hijo: ambos harían un documental sobre el padre y luego verían cuál es el mejor (bromean). El resultado son 90 minutos fascinantes en que se entremezclan ambos filmes, además de entrevistas con quienes trabajaron con el primogénito (como Alan Arkin, que habla de lirismo y libertad), y levantan un monumento a un cine que ya no se hace. A Senior hay creadores de generaciones siguientes que le adoran (Paul Thomas Anderson es un ejemplo, y por eso aparece como actor en Boogie Nights) y su locura y su genialidad aún se ve en fragmentos de ese documental. Y por supuesto, es el reflejo de un profundo amor paternofilial y respeto profesional. No en vano el hijo actuó en ocho películas del padre. No os lo perdáis. Vamos con otros temas. 'Creed', una saga en crecimiento. Creed III estableció el fin de semana de su estreno en EE UU el récord de taquilla de la saga al obtener 58 millones de dólares. Creed había recaudado 29,6 millones en 2016, y Creed II, 35,5, en 2018. Aquí hay un fenómeno, un spin-off en constante crecimiento, una saga que ha encontrado un público joven, amante de la cultura afroamericana, y a la vez que algunos viejos amantes del personaje padre de toda la historia, Rocky, siguen yendo a las salas. En España pasa igual. Es una historia muy interesante, porque Stallone, que creó el personaje y su leyenda, no es su propietario, y ya ni siquiera aparece en Creed III. Javier Ocaña analiza pormenorizadamente este fenómeno. Muere Laura Valenzuela. El viernes falleció a los 92 años Laura Valenzuela, mito de la televisión española. Pero también actuó en cine: en 1954, Valenzuela actuó en su primera película, interpretando un pequeño papel en El pescador de coplas. Conoció en 1956 al productor cinematográfico José Luis Dibildos, que le hizo un contrato para aparecer en 13 películas como actriz y con quien entonces comenzó una relación sentimental. Uno de sus papeles más destacados fue en la película Ana dice sí, dirigida por Pedro Lazaga en 1958. Desde entonces centró sus esfuerzos en la interpretación cinematográfica participando en el rodaje de películas como Soltera y sola en la vida, Las que tienen que servir, El tulipán negro y Madame Sans-Gene. Aquí podéis leer su necrológica.
'20.000 especies de abejas' gana el festival de Málaga. 20.000 especies de abejas, dirigida por Estibaliz Urresola, obtuvo el pasado sábado la Biznaga de Oro a la mejor película española de la 26ª edición del festival de Málaga, que también premió a Las hijas, de Kattia G. Zúñiga, como mejor película iberoamericana. Ese palmarés, con ciertos patinazos en sus galardones, es contado en su última crónica del certamen Nacho Sánchez. Mia Hansen-Løve, portada de 'Babelia' con 'Una bonita mañana'. Álex Vicente (quién si no, el perfecto agente para esta misión) se acercó a hablar con la cineasta francesa Mia Hansen-Løve, porque el viernes que viene estrenasu octavo largometraje, Una bonita mañana, la historia de una joven viuda, Sandra, un personaje que escribió para Léa Seydoux. A la vez que cuida de su padre, un profesor que padece una enfermedad neurodegenerativa, se reencuentra con un viejo amigo casado con el que vivirá un inesperado y pasional amor. "La película está guiada por una gran tristeza, digámoslo claramente, por un duelo que intento superar escribiendo este proyecto", cuenta la directora. "Hay un equilibrio con la ligereza, pero no fue una decisión premeditada. Es solo que las cosas sucedieron así". Aquí, completa, la charla. Paulo Branco, el padrino del cine portugués. Tereixa Constenla estuvo en la sede en Lisboa de la productora de Paulo Branco, personaje mítico, rodeado de mil leyendas (no todas buenas, y eso engrandece aún más su mitología). A sus espaldas, 250 películas del cine de autor europeo, rifirrafes, denuncias, éxitos y prestigio. "El productor es un creador sin coraje para dar el paso. La creación que hace es a través de los otros. Son aquellos que con el tiempo desaparecerán porque lo que deja huella son las películas y los directores", cuenta Branco en esta entrevista. Muere Paul Grant, ha muerto un ewok. El pasado día 20 murió a los 56 años Paul Grant, actor que dio vida a uno de los ewoks en El retorno del Jedi (1983) y a un goblin en Harry Potter y la piedra filosofal (2001). Falleció en el hospital, tras haber aparecido días antes en la londinense estación de King's Cross en coma. Grant ganó dinero gracias a sus 132 centímetros de altura, y todo lo que tuvo lo perdió -fortuna, amigos, familia, esposa- devorado por las adicciones, que ya confesó en entrevistas hace una década y que nunca logró dejar atrás. Estrenos de la semana Además de Matria y Crónica de un amor efímero, hay dos estrenos más muy interesantes. RÍMINI y SPARTA. Ulrich Seidl Gloria bendita para cualquier cinéfilo el estreno de este díptico brutal obra del austriaco Ulrich Seidl (del que en su momento publicamos esta entrevista). Elsa Fernández-Santos escribe sobre estos dos dramas: "El objetivo de Seidl son dos hermanos que acaban de enterrar a su madre y cuyo padre la sobrevive ingresado en una residencia para ancianos. Es un viejo sin memoria al que le asaltan extraños recuerdos. No reconoce a sus hijos, pero sabe entonar himnos del pasado [nazi]". Podéis leer la crítica aquí. RETORNO A SEÚL. Davy Chou A Javier Ocaña le ha interesado mucho este drama fránces sobre el desarraigo de quienes crecieron en una cultura que no es la suya, porque vivieron un proceso de adopción internacional: "Frédérique Benoît, que así se llama la protagonista, es asiática en lo físico, pero no puede ser más francesa, más europea, más directa, menos complaciente. Enfrente, una cultura que pudo ser la suya, que le acaba desordenando la existencia". Podéis leer la crítica aquí. Antes de despedirme, solo recordaros que en EL PAÍS hemos conformado un equipo de investigación sobre el abuso y el acoso sexual en el cine español. Si lo has sufrido o conoces a alguien que lo haya sufrido, Elena Reina (ereina@elpais.es), Ana Marcos (amarcos@elpais.es) y yo mismo (gbelinchon@elpais.es) estamos para escucharte. Hasta el viernes que viene. En Twitter, para cualquier consulta, soy @gbelinchon ¿Nos ayudas? Reenvía esta newsletter a tus contactos o diles que se apunten aquí. |
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