Hola a todos: Buenos días. Antes de contar y -en la medida de lo posible, analizar- la actualidad de la semana, solo quiero recordaros que en EL PAÍS hemos conformado un equipo de investigación sobre el abuso y el acoso sexual en el cine español. Si lo has sufrido o conoces a alguien que lo haya sufrido, Elena Reina (ereina@elpais.es), Ana Marcos (amarcos@elpais.es) y yo mismo (gbelinchon@elpais.es) estamos para escucharte. Y ahora, vamos a una pregunta que nace de un estreno de la semana pasada. En España durante décadas se ha hecho cine de serie B, fantástico, de terror, el famoso fantaterror... A los cineastas españoles les ha gustado el género. Es más, en el terror España es potencia mundial por el buen uso de esas películas para ir más lejos y contar historias sociales, dramas, envueltos en el fantaterror. Pero, ¿por qué no hay películas españolas de espadas y brujería? ¿Por qué no hay un Juego de tronos, un Lady Halcón a la hispana? ¿Por qué no hay Un señor de los anillos español? No será por falta de historias. Y, desde luego, ha habido aproximaciones. Pienso rápidamente en dos: El aliento del diablo, de Paco Lucio, y El corazón del guerrero, de Daniel Monzón. Y desde luego, en un creador, un tipo que está luchando contra todos los elementos por hacer películas de este género: Paul Urkijo, el cineasta de Errementari (2017) y de, estrenada la semana pasada, Irati. O como decía en su crítica Javier Ocaña: "Mujeres de fuego que fornican con serpientes para provocar tormentas'. He ahí una frase inimaginable en el cine español hasta la llegada de Urkijo". Urkijo es único. "Yo no hago tanta reflexión, o no tengo distancia. Pero es cierto que me gustan las películas de espada y brujería, y se hacen fuera de España", contaba hace un par de días. Urkijo estudió Bellas Artes con la idea de dedicarse a la ilustración, hasta que descubrió que su pulsión narrativa se podía enfocar por el cine. Y empezó con los cortos. "Nunca me planteé el cine hasta avanzada la carrera. Y me volqué en el género. Voy a saco. Este esfuerzo requiere de enormes sacrificios. A Errementari le dediqué ocho años, y a Irati casi seis. Entiendo los miedos industriales, porque este género no se filmado en España", cuenta. Y confiesa trucos. Como ilustrador prepara un buen libro con el desarrollo visual y poder venderlo a los productores. Otro: conocer al dedillo los paisajes en los que va a rodar para optimizar cada plano. El cineasta subraya que España posee suficientes mitologías como para basar muchos filmes de espada y brujerías. "Es que ese pasado es riquísimo, producto de todas las culturas y civilizaciones que han pasado por la Península. Tenemos una heterogeneidad desaprovechada", apunta. Él se centra en la mitología vasca, "es el material que me apasiona y que conozco". Y resopla contra la etiqueta de que "son cuentos para niños; si la mitología está arraigada en el imaginario colectivo es porque es material narrativo poderosísimo". El público ha confirmado su apuesta: Irati ha entrado en su primera semana de estreno como la número 1 en el País Vasco y segundo mejor estreno en la taquilla española (tras Momias, y está la quinta en el ránking general). Se lanzó con 112 copias, 30 de ellas en el País Vasco. Quien conoce bien a Urkijo es Alex de la Iglesia, su productor en Errementari, y también él amante de este género (como ha demostrado en sus apuestas en el cine fantástico). Desde el rodaje de la segunda temporada de 30 monedas, el director cuenta: "No hay presupuestos para hacer un El señor de los anillos español. Es lo que hay. No puedes ni soñar con este tamaño de producción. Lo que no quiere decir que no se pueda hacer un tipo de película que se corresponda al reflejo de mitologías". De la Iglesia apunta que el género le vuelve loco. "Claro, este tipo de cine solo puede hacerlo alguien como Paul, que ha volcado su vida en ello, que conoce a gente con la que comparte pasiones, que los involucra en sus aventuras fílmicas. El dinero se sustituye con tiempo, una dedicación absoluta, complicidades personales y conocimiento de localizaciones que solo ese creador conoce". Entonces, según De la Iglesia, ¿cuál es el secreto de Irati, de poder hacer cine español de espada y brujerías? "La respuesta es Urkijo, porque es un tipo extraordinario, que te arrastra". De la Iglesia siempre se ha planteado -"desde el día en que comencé en el cine"- crear un filme de fantasía heorica. "He hecho guiones, pero me frenó el miedo a no cumplir las expectativas. Ahora la pasión de Paul me empuja". Y adelanta que juntos ya tienen un proyecto de futuro. Ojalá se ruede, ojalá el cine español deje atrás su último miedo. Sofía Otero, la reina de la Berlinale Sofía Otero se comió Berlín. El sábado pasado, esta niña de 9 años que vive en Basauri se llevó el premio a la mejor interpretación protagonista (en la Berlinale no hay distinción de género), gracias a su trabajo como Aitor/Cocó/Lucía en 20.000 especies de abejas, de Estibaliz Urresola Solaguren, en la 73ª edición de la Berlinale. Otero lloró en el escenario con el Oso en la mano ("Muchas gracias por este premio tan bonito") y agradeció el apoyo de todos los miembros de su familia, al equipo de la película y de la asociación Naizen, que reúne a familias de menores transexuales de Navarra y Euskadi. Y, con el Oso de Plata en la mano, pudo permitirse una broma con rima : "A mi padre, Fernando Otero, el mejor del mundo entero". Imposible de traducir al inglés en el escenario. Fue, sin duda, el momento de la noche. Otero hace un trabajo brillante, que destacó en una Berlinale que se movió, en su sección oficial, entre lo irregular y lo convencional. El documentalista francés Nicolas Philibert, gracias a su retrato de un centro de atención a pacientes con enfermedades mentales en París, se llevó el Oso de Oro con Sur l'Adamant. Philibert rehúye de paternalismos en su cine, y en Sur l'Adamant nunca juzga aunque, a la vez, tampoco se queda de lado. Es un gran documental... pero, ¿es un Oso de Oro? Hubo otros premios para el cine español. Orlando, mi biografía política, de Paul B. Preciado, se llevó tres trofeos: un galardón independiente, el Teddy al mejor documental LGTBi+, y dos de los oficiales: el especial del jurado de los documentales, y el especial del jurado de la sección en la que se vio su ensayo, Encounters. Ese reconocimiento lo compartió con el gallego Lois Patiño, que presentó Samsara. A mí las dos películas me apasionan. Otra cineasta que salió bien parada en la gala de clausura de la Berlinale fue la mexicana Tatiana Huezo, que ganó en documentales con El eco, sobre el cuidado de los nietos a sus abuelos en un pueblo mexicano alejado de la civilización. Huezo es una creadora fascinante, como demuestran este trabajo y su anterior filme, en ese caso de ficción, Noche de fuego (2021). La mexicana subió dos veces al escenario berlinés, ya que también recibió el premio a mejor dirección de la sección Encounters, un trofeo que dedicó a todas las cineastas mexicanas que han abierto camino antes que ella. La argentina Adentro mío estoy bailando, de Leandro Koch y Paloma Schachmann, obtuvo el premio a mejor primera película en cualquier sección. Chantal Akerman, disponible para todos gracias a Filmin Jeanne Dielman, 23 quai du Commerce, 1080 Bruxelles, de Chantal Akerman, la mejor película de la historia según la encuesta canónica que realiza cada década la revista Sight & Sound, se reestrena en salas el 8 de marzo, pero puede verse ya en España, junto a una selección de su casi medio centenar de películas, en Filmin. Akerman dirigió su obra maestra con tan solo 25 años. Y se convirtió desde su primera proyección en un extraño acontecimiento. "Rodada con un equipo en su mayoría de mujeres, algo muy complicado hace no tanto, recogía al detalle la rutina y los rituales domésticos durante tres jornadas en la vida de un ama de casa interpretada por Delphine Seyrig. Más de tres horas de metraje que rompieron los esquemas de los espectadores en 1975", cuenta Elsa Fernández-Santos, que ha revisitado la figura y la obra de la cineasta belga gracias a esta aparición de su legado en Filmin. En mitad de las votaciones al Oscar Pues ya estamos en el proceso de votación de los Oscar. Es muy corto y muy cercano a la gala. Los académicos de Hollywood tienen desde ayer día 2 y hasta el 7 para plasmar sus elecciones. Si eres académico español de los Oscar o académico de los Oscar que reside en España, corre. Las productoras y distribuidoras están usando todos los canales posibles para arañar votos: por eso estos días veréis piezas en webs de cine y medios de comunicación de "así fue el maquillaje de La ballena" o "entrevista con la directora candidata a la estatuilla al corto de ficción" o "cómo se compone una banda sonora que llegó a los Oscar". ¿El más llamativo de esos movimientos? HBO, en apoyo a Elvis, de Baz Luhrmann (que para eso todo queda en la casa madre, Warner), ha colgado justo ahora varias películas de Elvis Presley para que cualquiera sea consciente del buen trabajo de imitación que ha realizado Austin Butler en el biopic. Todo vale. En ocho días colgaré la quiniela premio a premio (hablo de memoria, pero creo que el año pasado fallé solo dos o tres estatuillas, porque los Oscar vienen muy marcados por los galardones precedentes), pero hoy es fácil aventurar que Todo a la vez en todas partes, tras sus triunfos el fin de semana pasado en las galas de premios del gremio de productores y de actores, se va a llevar el trofeo principal. Y que una de las estrellas del show será Tom Cruise, que como productor de Top Gun: Maverick ha asistido hasta al almuerzo de los nominados. Como le dijo Spielberg: "Tú has salvado el culo de la industria". Veamos algunas otras historias interesantes de esta semana: 'Pacifiction' y 'As bestas', premiadas en los César del cine francés. El sábado pasado Rodrigo Sorogoyen logró con As bestas algo que anteriormente solo había alcanzado Pedro Almodóvar: ganar el César -los galardones del cine francés- a mejor película extranjera. En la misma gala, en la que triunfó La noche del 12, una película que tenéis disponible en Filmin, Pacifiction, de Albert Serra, obtuvo dos premios: el de mejor actor, para Benoît Magimel, y el de mejor fotografía, para Artur Tort. Así acaba una exitosa temporada del cine español. Whoopie Goldberg, dos décadas detrás de 'Till, el crimen que lo cambió todo'. Hace unas semanas, abrí el Zoom, y tras la obligada espera, apareció Whoopie Goldberg. El motivo de la entrevista: Till, el crimen que lo cambió todo. Goldberg -una de las 18 personas que han logrado el EGOT: ganar el Tony, el Grammy, el Emmy y el Oscar- ha dedicado dos décadas de su vida a ese proyecto como productora. "Y a pesar de la importancia de aquella historia, nunca se había contado en el cine. Me parecía increíble", asegura, porque, como a la mayoría de los afroamericanos, la fotografía del rostro desfigurado de Emmett Till, un niño de Chicago de 14 años que fue secuestrado, torturado y linchado en sus vacaciones de verano en casa de sus primos en Misisipi en 1955, le dejó una huella indeleble en el alma. La decisión de su madre de dejar abierto el ataúd durante su funeral para que la gente viera en qué estado había quedado el chaval generó una imagen que generación tras generación ha marcado Estados Unidos. Goldberg se mostró relajada y acabó definiéndose, por su propensión a meterse en todos los charcos posibles, como "la gran bocazas". Podéis leer la entrevista entera aquí. Elvira Mínguez, toda una actriz. Elvira Mínguez es otra enorme actriz, sin ganas de callar, que dice lo que siente. El domingo EL PAÍS publicó esta entrevista realizada por Luz Sánchez-Mellado, con bastantes frases reseñables, por la aparición de su novela La sombra de la Tierra. Dijo, por ejemplo: "He creado los personajes que me hubiera gustado interpretar, aunque sean odiosas. Mujeres completas, personas, no personas a medias. Estoy hasta el culo de los personajes que me dan". O "El sistema patriarcal nos deja avanzar tres pasos y luego nos hace retroceder cinco". Soy muy fan de Elvira Mínguez. Muere Walter Mirisch. El productor Walter Mirisch falleció el viernes pasado a los 101 años. Si uno ama el cine de Hollywood de hace décadas, el cartel de Walter Mirisch Corporation era una señal de un buen filme: Mirisch estuvo detrás -bien personalmente bien con la empresa que montó con sus dos hermanos para huir de las majors- de filmes como En el calor de la noche, El apartamento, Wide Side Story, Ariane, Wichita, La invasión de los ladrones de ultracuerpos, El próximo año, a la misma hora, Los siete magníficos, La pantera rosa, El caso de Thomas Crown, La gran evasión... Entretenimiento con calidad. Es el único artista que ha ganado el Oscar a mejor película y el Oscar humanitario Jean Hersholt. Y entre otras cosas, presidió la Academia de Cine de 1973 a 1977. Una de esas personas que, desde las sombras, han hecho grandes al cine Estrenos de la semana Hoy nos centramos en tres películas. TO LESLIE. Michael Morris A Carlos Boyero no le ha gustado mucho el drama con el que Andrea Riseborough ha obtenido una candidatura al Oscar: "Los subidones y los bajones de la ciclotímica dama, aunque ella no vaya de quejumbrosa, no me afectan, no me tocan fibras sensibles. Acaba bien. Pues que le dure". Podéis leer la crítica aquí. SAINT OMER. Alice Diop A Elsa Fernández-Santos le ha interesado, y mucho, la película que ganó un León de Plata en Venecia, el César a la mejor ópera prima y fue la candidata de Francia a los Oscar: "Una exploración de la identidad africana en el exilio que disecciona, como símbolo trágico del desarraigo, el ajuste de cuentas maternofilial". Podéis leer la crítica aquí. ERES TÚ. Alauda Ruiz de Azúa Javier Ocaña defiende la segunda película de la directora de Cinco lobitos: "En un par de secuencias la fina línea que separa la excentricidad de la tontería está a punto de rebasarse. Sin embargo, con el buen oficio de todos y la ayuda de unos estupendos intérpretes, se acaba llevando la mágica pasión de la película al terreno que se pretendía: un estimable entretenimiento romántico de poco más de hora y media". Podéis leer la crítica aquí. Hasta la semana que viene. En Twitter, para cualquier consulta, soy @gbelinchon ¿Nos ayudas? Reenvía esta newsletter a tus contactos o diles que se apunten aquí. |