El Cannes de 2023 será igual que el de 2013, el de 2003 y casi que el de 1993

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Viernes, 14 de abril de 2023

El Cannes de 2023 será igual que el de 2013, el de 2003 y casi que el de 1993

Gregorio Belinchón

El Cannes de 2023 será igual que el de 2013, el de 2003 y casi que el de 1993

Víctor Erice, entre José Coronado y Manolo Solo en el rodaje de 'Cerrar los ojos'. / Manolo Pavón

Hola a todos:

Ayer jueves, Thierry Frémaux, el delegado general de Cannes, volvió a ponerse delante de la prensa para el anuncio de los títulos que estarán en la sección Oficial de la próxima edición del certamen francés, que arranca el 16 de mayo. En Cannes llaman sección Oficial a todo, y posteriormente se subdivide en apartados: Competición, Una cierta mirada, Fuera de competición, Sesiones de medianoche, Cannes Première y Sesiones especiales. Aún quedan títulos de la Competición por desvelar, pero a grandes rasgos está claro: el Cannes de 2023 podría haber sido, por nombres, el de 2013, el de 2003 y si me apuráis, el de 1993.

Steve Carell, Tom Hanks y Scarlett Johansson, en 'Asteroid City'.

Steve Carell, Tom Hanks y Scarlett Johansson, en 'Asteroid City'.

¿No hay renovación autoral o Cannes no la busca? ¿O a los nuevos autores no les interesa ir a Cannes? A esta última pregunta os respondo rápido: todo el mundo cinematográfico quiere participar en Cannes, porque además coincide con el mercado fílmico más grande del mundo. No hay un evento similar de promoción. Ni los Oscar. Y si un cineasta dice lo contrario, miente. La primera cuestión alberga más enjundia: y en realidad es un poco de todo. Contaba el mismo Frémaux en la rueda de prensa que cuando llamó a Ken Loach y le ofreció estrenar The Old Oak en Competición (donde ya ha ganado en dos ocasiones), este le respondió: "¿Estás seguro?". Pues eso.

Maïween yJohnny Depp, en 'Jeanne du Barry'.

Maïween yJohnny Depp, en 'Jeanne du Barry'.

Así que en Cannes estarán los últimos trabajos de Aki Kaurismäki, Loach, Hirokazu Kore-eda, Nuri Bilge Ceylan, Tran Anh Hun, Marco Bellocchio, Wim Wenders, Nanni Moretti, Todd Haynes, Martin Scorsese (en una de las pelis más esperadas de los últimos años), Almodóvar con su mediometraje Extraña forma de vida, Víctor Erice (que vuelve a la ficción 30 años después gracias a Cerrar los ojos), Takeshi Kitano, Wes Anderson (con Asteroid City, rodada en Chinchón) o Martin Provost. Ah, curiosamente tanto Wenders como Wang Bing hacen doblete con dos pelis por cabeza. Al menos ha aumentado el número de directoras en la competición (habrá seis: Jessica Hausner, Justine Triet, Alice Rohrwacher, Catherine Breillat, Kaouther Ben Hania y debutante Ramata-Toulaye Sy) pero sigue sin alcanzar la paridad, se proyectará menos cine francés y sí, alguna apuesta distinta.

Como un documental de Steve McQueen sobre Ámsterdam, donde reside; o la nueva película de Jonathan Grazer (The Zone of Interest, su cuarto largo). Animará el cotarro la última entrega de Indiana Jones... Sí, claro, siempre hay cosas. Sin embargo, sorprende, por ejemplo, el poco cine latinoamericano (dos películas brasileñas -de cineastas influentes, cierto, como Karim Aïnouz y Kleber Mendonça Filho- y ya está). En Venecia se proyectarán más filmes de los Oscar, y en la Berlinale se la jugaron con dos filmes de animación (el maravilloso anime Suzume, que se estrena hoy en España). En Cannes Frémaux solo se lamenta -lo dice en Variety- de no poder proyectar ni Oppenheimer, de Christopher Nolan, ni Barbie, de Greta Gerwig, que, efectivamente, le hubieran dado otro aire a esa salección. Esta reflexión general también vale para el cine español: ¿no se ve en Cannes porque Frémaux no quiere o porque no lo hay?

De las listas manejadas, de lo que no estará en Cannes sorprenden algunas ausencias: Richard Linklater, la película postuma de Jean-Luc Godard, los nuevos trabajos de Matteo Garrone, Woody Allen, Roman Polanski y Yorgos Lanthimos. Y de títulos españoles, dos animaciones: They Shot The Piano Player, de Fernando Trueba y Javier Mariscal, y Robot Dreams, de Pablo Berger, o el debut de Víctor Iriarte Sobre todo de noche, del que también se rumoreaba su presencia. Esperaremos a los anuncios de la Quincena de Realizadores y de la Semana de la Crítica, que se desarrollan los mismos días que el certamen grande. Lo de Maïween... para la semana que viene.

La construcción de la mujer moderna gracias a 'Desayuno con diamantes' y Audrey Hepburn

Audrey Hepburn, en el inicio de 'Desayuno con diamantes'.

Audrey Hepburn, en el inicio de 'Desayuno con diamantes'.

La historia que rodea la adaptación al cine de Desayuno en Tiffany's, la novela de Truman Capote, que en pantalla se acabó llamando Desayuno con diamantes, supera lo cinematográfico para entrar en lo social, en el reflejo de una nueva mujer trabajadora, urbana, y que empezó a batallar por su independencia a finales de los cincuenta. Poco tienen que ver la Holly Golightly de las páginas con la de los fotogramas, y por suerte, porque así esa fémina más libre pudo llegar lejos.

Todo esto lo cuenta Quinta Avenida, 5:00 a.m. (Es Pop Ediciones), un ensayo del periodista californiano Sam Wasson clarificadoramente subtitulado Audrey Hepburn, 'Desayuno con diamantes' y la creación de un mito cinematográfico, que acota el sujeto de estudio, el nacimiento de un arquetipo femenino que superó a la misma Audrey Hepburn, que, por otro lado, alcanzó con este drama la cumbre del star system. El rostro y el cuerpo de Hepburn hicieron aceptable el personaje, y el vestido negro del inicio del filme, obra de Givenchy, devino en seudouniforme laboral para miles de neoyorquinas y de imitadoras de ese monumento chic. La historia y sus ecos los cuento en este reportaje. 

Tarantino... ¿bien vale un domingo de Resurrección?

Quentin Tarantino estuvo hace unos días en Barcelona. Además del acto que celebró el domingo por la tarde, en el que moderado por Jordi Costa ahondó en lo contado en su libro Meditaciones de cine (Reservoir Books), y por el que el público pagó por cada entrada un pastizal (pudiendo oírle gratis cada semana en su podcast...), el cineasta concedió el lunes por la mañana tres entrevistas.

Quentin Tarantino, en el festival de Roma en octubre de 2021.

Quentin Tarantino, en el festival de Roma en octubre de 2021. / Getty Images

Una de ellas fue para EL PAÍS con Jacinto Antón, y ahí contó que tiene pistola en casa (cuando habló de la violencia en el cine y en EE UU), que se quedó con las katanas de Kill Bill, que no usa plataformas ("No miro Netflix. En casa prefiero ver pelis en DVD antes que en plataformas. Me gusta seguir con los DVD") y que sí, que su próxima película, la décima, The Movie Critic, sobre un crítico de cine en los setenta, será la última. Todo ello, pormenorizado, lo podéis leer aquí. Por cierto, no se dejó hacer fotos: ese pelo teñido...

Lo que estoy leyendo: Mel Brooks se lanza desbocado a por una risa

A los 14 años, Melvin James Kaminsky, un adolescente brillante de Nueva York, empezó a ganarse la vida al norte de ese Estado, en los casinos y resorts para turistas judíos como reponedor de crema agria en el bufé y pool tummler (la persona que despertaba con chistes a los clientes de su siesta vespertina en las piscinas de los hoteles), antes de subirse a un escenario como cómico. Y también allí conoció a Sid Caesar, gloria del humor estadounidense, que con 18 años arrancaba su ascenso a la fama, y tiró de aquel amigo más joven. Con el paso del tiempo y su prolífica obra en todo tipo de formatos, Kaminsky, que se rebautizó artísticamente como Mel Brooks, superaría a Caesar y sus coetáneos.

El comediante y director Mel Brooks 'troleando' al Paseo de la Fama de Hollywood con su mano izquierda de seis dedos (uno de ellos, de broma) en 2010.

El comediante y director Mel Brooks 'troleando' al Paseo de la Fama de Hollywood con su mano izquierda de seis dedos (uno de ellos, de broma) en 2010.

De su infancia feliz, de su brega cómica y de cómo siempre ha apostado por el trabajo constante habla Brooks en sus memorias ¡Todo sobre mí!, (Libros del Kultrum). Es un libro que tiene mayor valor como puro entretenimiento que como testimonio de la vida de Brooks (hay lagunas curiosas), y que solo por las risas que provoca ya merece la pena. Y en Babelia me han dejado hacerle esta crítica. Siempre a favor del hombre que triunfó en televisión con la serie Superagente 86; en la industria discográfica, con sus discos de la serie 2000 Year Old Man; en el cine gracias a Los productores, El jovencito Frankenstein, Sillas de montar calientes, Ser o no ser, La loca historia del mundo o La última locura (Silent Movie) además de ser el productor de El hombre elefante, La mosca, La carta final o Frances; y en el teatro musical con su versión de Los productores.

Vamos con otros temas en una semana llena, por cierto, de estrenos interesantes en las salas: además de las tres de las que hablamos al final (todas muy buenas), también llega a salas un espectáculo recomendable: la nueva versión francesa -en formato superproducción- de Los tres mosqueteros.

Pedro Almodóvar publica libro. Mientras acababa Extraña forma de vida, el mediometraje en forma de wéstern que estrenará en Cannes, Pedro Almodóvar accedió a publicar los cuentos que guardaba en distintos archivos. El resultado es El último sueño (Reservoir Books), que revisa su narrativa breve entre 1967 y 2023. Sus relatos, que transcurren en patios manchegos, en colegios regentados por salesianos y en los alegres bares de la Movida, dan cuenta de la profunda relación entre "lo vivido, lo escrito y lo filmado", que han funcionado como vasos comunicantes en su producción. Álex Vicente habló con él para Babelia, y Almodóvar, entre otras cosas, le dijo: "Estoy más expuesto en mis relatos que en mi cine, a pesar de haber hecho una película como Dolor y gloria. Pero hay algo de mi intimidad que aflora detrás de estos relatos. Con ellos abro puertas a una zona de mi vida de la que no he hablado".

No hay final para Star Wars. Eneko Ruiz Jiménez, otra joya de la redacción de EL PAÍS, se fue a la convención de Star Wars en Londres. Allí vio y oyó de todo, incluida la vuelta a este universo de Daisy Ridley (Rey) o el disfrute de una legión de seguidores de los mundos nacidos de la imaginación de George Lucas que han creado su comunidad.

El legado Cuerda pasa a la Filmoteca Española. Una parte del legado del cineasta José Luis Cuerda se conservará, catalogará y digitalizará en la Filmoteca Española. Sus hijas, Elena e Irene Cuerda Barcáiztegui, han donado al Ministerio de Cultura 31 cajas, tres bultos y una carpeta que contienen documentación personal y familiar, obra de creación, documentación laboral, correspondencia, objetos personales, obra de creación ajena y colecciones del director de Amanece que no es poco, fallecido en 2020. La familia ha entregado también 68 premios, como el Goya a mejor guion adaptado por Los girasoles ciegos, único galardón de este tipo que se custodia en la Filmoteca Española. Agradezcamos a Elena e Irene el regalo.

Así es la cineteca de Bolonia. Mi compañero Tommaso Koch ha estado en la cineteca de Bolonia, un ejemplo mundial de restauración de cine, que además organiza en verano un festival con esas películas resucitadas. La sociedad de restauración, L'Immagine Ritrovata, ha pasado de 20 a 80 empleados. La institución acaba de adquirir un centro holandés de vanguardia para mejorar el tratamiento físico y químico del celuloide; y su presupuesto, incluyendo las salas de exhibición y todas sus distintas facetas, toca los 16 millones anuales. Un tercio procede de dinero público. El resto, además de patrocinadores y donantes, la Cineteca lo genera con su propia actividad. Empezando por el laboratorio. Es decir, hay una apuesta clara por el cine. Aquí lo desgrana Tommaso en un reportaje muy interesante.

El mito de 'Grease' nunca desaparece. Hay algunas películas que (casi) todo el mundo ama y a mí me sacan de mis casillas. Otro día vomitaré sobre Cinema Paradiso y su meticulosa y artificial construcción de lo sentimentaloide, pero esta vez le toca a Grease, de la que solo salvaría a Olivia Newton-John. El filme musical nace de una traición, la que sufrió la obra original de teatro, que hablaba de una juventud urbana y de clase trabajadora a finales de los años cincuenta en Chicago, de sus desilusiones, de la violencia física y sexual imperante, y que acabó convertida, primero en Broadway y posteriormente en Hollywood, en un almibarado canto de amor. Lo curioso es que John Travolta venía de rodar otro musical también sobre jóvenes urbanos de clase baja, una película mucho mejor que Grease: Fiebre del sábado noche. En fin, ahora que se estrena una serie sobre el inicio de la banda de chicas Pink Ladies, hablo de este mito que sobrevive a cambios generacionales.

Nicolas Cage, en 'Renfield'.

Nicolas Cage, en 'Renfield'.

Drácula, drácula, drácula. Hoy llega a los cines Renfield, en la que Nicholas Hoult da vida al eterno siervo de Drácula y Nicolas Cage al noble transilvano (enorme elección de reparto). Las críticas anglosajonas aseguran que ellos están muy por encima de la trama de esta comedia negra. Pero antes de verla me planteé otras grandes versiones del libro epistolar de Bram Stoker (no valen productos audiovisuales sobre vampiros, solo draculianos y, en extensión, sobre Nosferatu) y me salieron estas ocho películas y dos series. Para disfrutar gozosamente del chupasangres más famoso, porque, atención, la mayoría están en plataformas.

Bernardo Moll, ante un cartel de 'La historia de Jan'.

Bernardo Moll, ante un cartel de 'La historia de Jan'.

Muere el documentalista Bernardo Moll, director de 'La historia de Jan'. El cineasta y montador Bernardo Moll falleció anteayer miércoles a los 47 años en Madrid tras batallar cinco años contra el cáncer. En 2016 estrenó el que ha sido su proyecto audiovisual más conocido, La historia de Jan, el documental que rodó durante seis años sobre su hijo, nacido el 4 de noviembre de 2009 con síndrome de Down. Moll, en colaboración con su esposa, la actriz Mónica Vic, creó un blog que devino en filme con el día a día de Jan. Empezó desnudando sus miedos tras recibir la noticia de su condición para después compartir las alegrías que traía el crecimiento de su hijo. Moll supo conectar con el público, transmitir sus sentimientos a los espectadores y hacer que todos nos sintiéramos en parte padres de Jan. Un abrazo a su familia.

Estrenos de la semana

Aquí van los tres estrenos más interesantes de la semana.

CONSPIRACIÓN EN EL CAIRO. Tarik Saleh

Tawfeek Barhom, en 'Conspiración en El Cairo'.

Tawfeek Barhom, en 'Conspiración en El Cairo'.

El thriller que ganó en el festival de Cannes de 2022 el premio al mejor guion y que bebe claramente de El nombre de la rosa no le ha alegrado sin embargo a Carlos Boyero la tarde: "Veo y escucho Conspiración en El Cairo sin excesivos problemas, pero también sin despertarme ninguna pasión e inmediatamente se me borra su recuerdo". Podéis leer la crítica aquí.

SUZUME. Makoto Shinkai

Suzume y la silla en la que se convierte Sota, en una imagen del 'anime' de Shintai.

Suzume y la silla en la que se convierte Sota, en una imagen del 'anime' de Shintai.

Suzume es el anime que nos dejó un gran sabor de boca en la pasada Berlinale, y ahora Javier  Ocaña la comenta en su estreno español: "Makoto Shinkai mantiene su calidad y su título de heredero de Hayao Miyazaki con un trazo de dibujo, unos movimientos y unos colores muy semejantes a los del maestro". Podéis leer la crítica aquí.

SCARLET. Pietro Marcello

Juliette Jouan, en 'Scarlet'.

Juliette Jouan, en 'Scarlet'.

A Elsa Fernández-Santos le ha gustado mucho la última película de Marcello: "Llena de referentes literarios infantiles deconstruidos —de brujas y monstruos buenos y solitarios frente a mezquinos aldeanos al mito de La bella y la bestia o el de Caperucita roja—, Scarlet es también un canto (literal, pues la película además tiene mucho de musical) a esa plasticidad visual del celuloide que nos niega la pulcritud digital". Podéis leer la crítica aquí.

Antes de despedirme, solo recordaros que en EL PAÍS hemos conformado un equipo de investigación sobre el abuso y el acoso sexual en el cine español. Si lo has sufrido o conoces a alguien que lo haya sufrido, Elena Reina (ereina@elpais.es), Ana Marcos (amarcos@elpais.es) y yo mismo (gbelinchon@elpais.es) estamos para escucharte.

Hasta el viernes que viene, que os escribiré desde el festival BCN de Barcelona. Y sí, la semana pasada puse en un pie de foto "Russell Crowe, en Gladiator 2". Las prisas siempre son malas. En Twitter, para cualquier consulta, soy @gbelinchon

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Sobre la firma
Gregorio Belinchón

Gregorio Belinchón

Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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