¡Hola! Esta semana nos hemos puesto el traje de entrevistadoras. Ana Carbajosa charló con la escritora nigeriana Lola Shoneyin, autora de la celebrada Las vidas secretas de Baba Segis. —En Nigeria, casi un tercio de las mujeres viven en un hogar polígamo, pero en la agenda feminista global a veces parece un asunto olvidado. —Supongo que en parte no es un problema con el que tengan que lidiar muchas feministas occidentales. No les afecta como a las mujeres de otras partes del mundo. Si queremos ser verdaderas feministas, tenemos que respetar las decisiones de las mujeres, pero a la vez eso supondría aceptar que todas las mujeres que están en hogares polígamos, o al menos la mayoría, lo eligen y ahí es donde surge el problema. Muchas jóvenes se encuentran en estos matrimonios porque no tienen otra opción ni educación. Es un equilibrio complejo. Para algunas familias, casar a sus hijas con un hombre polígamo es a veces la única manera de progresar económicamente gracias al dinero que reciben por la novia. Lo consiguen casando a sus hijas con hombres que tienen dinero y varias esposas. Este es solo uno de los extractos de la entrevista, que podéis leer completa aquí. También desde África os recomiendo leer las reflexiones de Abdoulaye Mar Dieye, coordinador especial para el desarrollo en el Sahel de las Naciones Unidas. Va otro extracto de la entrevista que le hizo José Naranjo. Para abrir boca. —Pese a los retos, rezuma usted una especie de optimismo, ¿cree que hay salida para esta crisis? —Si tuviera que dar el premio Nobel de la Paz escogería a la población del Sahel por su resiliencia. Pese a toda la violencia, tienen fe y esperanza. Hace poco estuve en Niamey con Amina Mohamed y nos vimos con niñas que al principio eran muy reservadas y tímidas, pero que cuando vieron a esa mamá saheliana que es número dos de Naciones Unidas, comprendieron que hay esperanza. La liberación del Sahel pasa por la liberación de sus niñas, que son prisioneras de la mutilación genital, el matrimonio precoz y de la exclusión de la escuela o de los procesos de desarrollo. Mientras no liberemos a las niñas sahelianas no vamos a liberar el Sahel. Esa esperanza está por todos lados y no puedo permitirme el lujo de no tener confianza en el futuro. Para cerrar el capítulo entrevistas, os sugiero también leer la que le hizo Patricia R. Blanco a la abogada y periodista keniana Nanjala Nyabola. Sin paliativos, critica duramente las políticas migratorias europeas y el tratamiento de África en los medios. En esta semana se han celebrado dos días mundiales: el del comercio justo y el de la defensa de las personas LGTBI. Beatriz Lecumberri se preguntaba a qué sabe el chocolate. Los agricultores del cacao en Ghana tienen clara su respuesta: a injusticia. Os recomiendo esta deliciosa (o no tanto, según se mire) lectura. Porque saber qué hay detrás de lo que comemos es el primer paso para solucionar los problemas de explotación y abuso. Raquel Seco nos recuerda que en Uganda, Tanzania y Kenia, la homofobia se recrudece a través de leyes y debido al empuje de líderes políticos y religiosos y gracias, en parte, a la financiación extranjera. Cierro esta newsletter con dos últimas sugerencias. La primera es de mi autoría (hola, soy Alejandra Agudo). Estuve en República Dominicana, donde la tasa de embarazo adolescente es desproporcionadamente elevada para un país de renta media alta. Y allí conocí a Yésica Prensa, que fue madre con 17 años, aunque perdió al bebé después de nacer, y ha padecido desde entonces casi todas las formas de sufrimiento de las mujeres cuando son madres a temprana edad que la ONU describe en su último informe. Ella es la cara detrás del dato. Los fríos números, siempre, siempre, esconden las historias de personas. Finalmente, Iñaki Alegría, pediatra en el hospital rural de Gambo, en Etiopía, nos dice cinco razones por las que NO hacer voluntariado en África. ¿Tienen una crisis existencial y estás pensando en ello para encontrarte a ti mismo? No lo hagas. Descubre más en su tribuna en nuestra Red de Expertos. No me alargo más, me despido. Nos encontráis a cualquier hora, aquí. Gracias por leernos. ALEJANDRA AGUDO LAZARENO |