| Hola a todos: Hace cuarenta primaveras Wim Wenders empezó el rodaje de Paris, Texas. El cine ya no fue el mismo. Es curioso que una obra maestra acerca del Oeste, de la desolación, el miedo y la pérdida, de la deriva emocional y sentimental naciera de un fracaso morrocotudo. Amante del cine estadounidense, Wim Wenders había hecho el clásico viaje a Hollywood (y encima con Francis Ford Coppola como productor) solo para acabar deglutido por la maquinaria de los estudios, que lograron que su El hombre de Chinatown (Hammett) no se pareciera ni remotamente a lo que tenía planeado. El cineasta alemán volvió a Europa, se reconstruyó, decidió acometer sus siguientes proyectos sin un estricto guion que constriñera su exploración artística durante el rodaje; y años después retornó a Texas, con Sam Shepard como amigo-guionista ("Siempre prefiero filmar con el guionista al lado", confiesa Wenders), con un grupo de actores (Harry Dean Stanton, Nastassja Kinski y Dean Stockwell) en estado de gracia, a crear en un paisaje sobrenatural un drama que posteriormente se completaría con una banda sonora, de Ry Cooder, para la Historia. Hace dos semanas, Wenders visitó el festival BCN Sant Jordi de Barcelona. Entre sus diversos actos, el director habló sobre su labor ante un grupo de estudiantes de la Facultad de Comunicación y Relaciones Internacionales de la Universidad Ramon Llull-Blanquerna. Allí contó más historias sobre Paris, Texas, como la que confirmó la ansiedad de Stanton, que creía estar arruinando la película (por mal actor, por viejo -le sacaba 35 años a Kinski- y por feo), y que convirtió a Wenders en su terapeuta (por cierto, esa historia acaba en Cannes, con una sorpresa sobre el nombre de quien viajó acompañando al protagonista a Francia como apoyo emocional). Curiosamente no ahondó en la fuerza del paisaje en su drama. El mismo Wenders apunta en el libro On Location: Cities of the World in Film: "Una calle, una fachada, una montaña, un puente, un puente o un río no son solo los fondos de la narración. Cada uno posee su historia, su personalidad, una identidad que merece ser tomada en consideración". Paris Texas rinde absoluta pleitesía a esa filosofía, y Wenders plasmó la mitología del Oeste estadounidense creada por Shepard a través de su perspectiva europea (con el añadido de la dirección de fotografía del neerlandés Robby Müller) y su admiración personal por grandes cineastas americanos: "Tal vez, porque nunca me ha interesado la historia del cine, sino la historia de la gente que ha hecho cine". En resumen, que hace 40 años comenzó el rodaje de Paris, Texas, que hace 39 mayos ganó la Palma de Oro, que por un cambio de cúpula directiva en la Fox (que la compró para EE UU) fue ninguneada en la carrera a los Oscar -en realidad, ni le dejaron colocarse en la línea de salida- y que sigue siendo hoy (la volví a ver antes de escribir este artículo sobre su proceso de creación, con muchas más curiosidades y declaraciones) una película que confirma que en algunos momentos el ser humano alcanza la mayor de las glorias creativas y logra reflejar la más profunda de las simas del alma. Segunda semana de la huelga de guionistas (y llegan los directores) Hay gente que no puede estarse callada, personas que sienten el impulso de hablar. En una huelga, que un empresario diga que no va a pasar algo suele provocar el efecto contrario. ¿Un ejemplo? El consejero delegado de Paramount aseguró que el público no iba a notar nada al inicio del paro actual de los guionistas. En 24 horas ya se habían detenido los rodajes de series como Hacks, Andor, Colegio Abbott, Stranger Things, Cobra Kai, Yellowjackets, Billions o Separación, y de la película de Marvel Blade. A todo eso, ahora ya sabemos que los nuevos spin-off de Juego de tronos están en el aire hasta que acabe la huelga, muchos showrunners han dejado de trabajar, que los estudios han despedido a los creadores contratados de larga duración como David Simon en HBO, que se han unido a los piquetes estrellas y líderes con voz propia como Mandy Patinkin, Bob Odenkirk, Tom Ellis, Jason Sudeikis, Pete Davidson, Cynthia Nixon, Michael Rappaport, Clark Gregg, los Daniels, Jay Leno, Rob Lowe... Y que hasta el presidente Joe Biden ha intervenido: "Espero que la huelga se resuelva y que los guionistas reciban un trato justo lo antes posible. Esto es una industria importante e icónica en EEUU y necesitamos a los narradores". ¿Va a tener éxito la huelga? Desde luego, ha empezado con fiereza, muchas de las reclamaciones son justas (os invito a ver todo tipo de información exhaustiva en The Hollywood Reporter y en Variety), y es fascinante ver con pancartas en piquetes hasta a los hermanos Nolan. Como llegue el 10 de junio y se unan a las manifestaciones los directores... Ahí sí que nos vamos a echar unas risas. Si los guionistas son unos 11.500, los realizadores llegan a 19.000. Y hasta ahora han mantenido un perfil bajo para no frustrar la negociación de su convenio, que ha empezado esta semana con las posiciones entre sindicato y patronal muy alejadas. ¿Con quién quieres ir al cine? Hay un podcast al que llegué a través de mi compañero Eneko Ruiz Jiménez, The Town, con Matthew Belloni. En la entrega del 28 de abril, desgranó una encuesta sobre a quién quieren ver los espectadores en una sala de cine... Y no hay sitio para novedades. El primero es Tom Cruise, y detrás van Dwayne Johnson, Tom Hanks, Brad Pitt, Denzel Washington, Julia Roberts, Will Smith, Leonardo DiCaprio (el octavo de la lista es el primero menor de 50 años), Johnny Depp y Kevin Hart. Es un estudio hecho a audiencia de entre 12 a 74 años en EE UU. Entre el público de menos de 35 años Tom Holland y Zendaya sí entran entre los 15 primeros. No deja de ser una encuesta y como todas hay que contemplarlas con distancia, pero efectivamente envía una señal clara de lo que está pasando en las salas: o ID o estrellas veteranas. El resto lucha por un huequito. Lo que estoy leyendo: el Hollywood de antes del código Hays La editorial Notorius mantiene su política de publicar libros de cine en papel de calidad y profusamente ilustrados, algo que se agradece. En esta ocasión, no se han centrado ni en un director ni en una estrella, sino en una época. Hollywood antes de la censura (Las películas pre-code), de Guillermo Balmori, uno de los responsables de la editorial, ahonda en un periodo de tiempo muy especial: el que va desde la llegada del sonoro (hasta ese momento la censura no había hecho mucho caso a los temas escabrosos del cine, probablemente porque no se sabía en qué tono decían los actores algunas frases, ni existían matices sexuales en los intertítulos) hasta la aplicación del Código Hays en julio de 1934. Son apenas cinco años, ¡pero qué lustro! Lo peor y lo mejor está en el esquema del libro. Balmori se atiene a la marca Notorius, y en vez de hacer un ensayo sobre la época analiza una a una 115 películas (y otra veintena más de forma sucinta). A cambio, logra inflamar las ganas de ver ese cine, que habló de mujeres con poder, parejas de hecho, homosexualidad, drogas, hijos ilegítimos, adulterios... Muchos de ellos promovidos por actrices construyendo personajes fascinantes. Además, Balmori aporta en pequeños despieces (y son de lo más interesantes) análisis temáticos sobre esas mujeres con poder, el delicuente como héroe, la posterior mutilación de estos filmes pre-code, racismo, cine social, prostitutas, la gran Mae West (una pionera)... y la reconstrucción de la carreras de algunas estrellas tras la aplicación del código -que llegó hasta los años sesenta, y cuyas reglas abren el volumen-, como Norma Shearer, que suavizó tanto sus papeles posteriores que acabó pareciendo una mojigata, logrando cierto desprecio crítico... de aquellos que no habían visto sus filmes anteriores a 1935. En fin, una gozada de libro. Javier Bardem, premio Donostia Al cierre de esta newsletter, se anuncia que Javier Bardem (Las Palmas de Gran Canaria, 54 años) recibirá un Premio Donostia en la 71ª edición del Festival de San Sebastián. El actor español será protagonista por partida doble: además de recibir el galardón honorífico más importante del certamen, que desde 1986 reconoce la trayectoria y aportación de grandes figuras del mundo del cine, será la imagen del cartel oficial de la próxima edición. La ceremonia de entrega del galardón tendrá lugar durante la gala de inauguración, el viernes 22 de septiembre. ¡Felicidades! Vamos con otros temas. Walter Hill se zambulle en el wéstern. Durante años, Walter Hill ha repetido sin parar: "Las películas de acción son la forma más pura del arte cinematográfico". Es difícil llevarle la contraria a quien aúna el talento de un director de acción, la fogosidad de un guionista de wésterns —su género favorito—, la sapiencia de un trabajador de la industria con experiencia de más de medio siglo y la reflexión de un cinéfilo profundamente conocedor de la materia. Hill, el director de Límite: 48 años, Calles de fuego, The Warriors: los amos de la noche, El último hombre, Cruce de caminos o Forajidos de leyenda; uno de los urdidores de la saga Alien, parece cabalgar hacia el crepúsculo a sus 80 años. Hoy se estrena El cazador de recompensas (Dead for a Dollar) y suena a cierre de una carrera: aquí os dejo el perfil de un grande. Tito Rodríguez, nuevo director del festival de cine europeo de Sevilla. El Ayuntamiento de Sevilla ha rellenado rápidamente el vacío que había dejado José Luis Cienfuegos al marcharse a dirigir la Seminci. El hasta ahora director de Políticas de Marketing en el ICAA, Tito Rodríguez, será el nuevo director del festival de cine europeo de Sevilla. Rodríguez ya trabajó en este festival entre 2012 y 2016. No seguiré desglosando su currículo, porque es prolijo, solo hablo desde la experiencia de conocer desde hace mucho tiempo a Tito, lo que me provoca una sensación: lo hará bien. Fernando Martín Peña: la memoria del cine argentino en 8.000 rollos de celuloide. Dueño de una colección de 8.000 filmes, Fernando Martín Peña fue quien buscó y encontró en 2008 la copia de Metropolis más exacta a la original, tras descubrir que había sido proyectada en Argentina. Ha dedicado toda su vida a coleccionar rollos de celuloide en Buenos Aires, en su casa, a las afueras de la ciudad, donde acumula películas originales que resguarda en una torre climatizada de dos pisos. Ese trabajo lo narra en Diario de la Filmoteca (Blatt & Ríos, 2023) y aquí tenéis una entrevista con Martín Peña. El agujero negro de la cárcel. Miguel Ezquiaga ha escrito sobre La mala familia, de Nacho A. Villar y Luis Rojo, un documental centrado en el paso por prisión de Andrés P. Gómez, en concreto por el Centro Penitenciario de Villabona (Asturias), donde estuvo encerrado tres meses. "Las condenas cortas se pagan caras. Buena parte de los presos veteranos aísla al nuevo recluso, de quien los funcionarios también desconfían por sistema. Se acaba por conformar un cuerpo de vigilancia que escruta a cada minuto al recién llegado [...]. Narrado a partir de la absoluta honestidad de sus protagonistas, el filme comienza con el arrepentimiento de Gómez, que se declara culpable ante el juez", escribe aquí Ezquiaga sobre una película, que se puede ver estos días en Madrid y Barcelona antes de llegar a Netflix. Estrenos de la semana Esta semana nos detenemos en tres estrenos: MARLOWE. Neil Jordan A Carlos Boyero no le ha interesado esta aproximación de Neil Jordan al mundo del detective creado por Chandler: "Una sensación de falsedad, de cutrerío visual y narrativo, de un guion convencional que no tiene nada apasionante que contar, inunda casi todo el metraje". Podéis leer la crítica aquí. LA HIJA ETERNA. Joanna Hogg Por fin se estrena comercialmente un filme de la británica Joanna Hogg, y de este drama con alma de thriller Elsa Fernández-Santos escribe: "Explora el amor maternofilial más allá de los límites de la realidad, recordándonos de una forma tan hermosa como dolorosa el insondable enigma: para una hija su madre es un espejo nada fácil de cruzar sin quedar atrapada de por vida". Podéis leer la crítica aquí. DIALOGANDO CON LA VIDA. Christophe Honoré Javier Ocaña apunta sobre el nuevo filme del director francés: "Ha querido recordar su propia adolescencia, un momento clave de su vida familiar, emocional, sentimental y sexual, en el que además vio morir a su padre". Podéis leer la crítica aquí. Antes de despedirme, insisto en el recordatorio: en EL PAÍS hemos conformado un equipo de investigación sobre el abuso y el acoso sexual en el cine español. Si lo has sufrido o conoces a alguien que lo haya sufrido, Elena Reina (ereina@elpais.es), Ana Marcos (amarcos@elpais.es) y yo mismo (gbelinchon@elpais.es) estamos para escucharte. Hasta el viernes que viene, que escribiré desde Cannes, cuando ya habremos visto el mediometraje de Pedro Almodóvar y la nueva de Indiana Jones. En Twitter, para cualquier consulta, soy @gbelinchon ¿Nos ayudas? Reenvía esta newsletter a tus contactos o diles que se apunten aquí. |
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