| Esta semana he querido acercarles las impresiones de los cuatro reporteros que enviamos a finales de abril a Ucrania. Durante tres semanas han hecho un trabajo extraordinario en la línea del frente, retratando la vida en la trinchera y la retaguardia, conviviendo entre militares y civiles, a la espera de la contraofensiva ucrania –tan anunciada– para recuperar terreno al ejército ruso. Dos de nuestros periodistas, Luis de Vega y Cristian Segura, son veteranos ya en el teatro de operaciones de este conflicto. Para Mónica Ceberio y Carlos Martínez era la primera vez. Recuperaré enseguida las primeras entregas de la serie de artículos en los que han trabajado. Pero primero, comparto con ustedes una impresión, la de Mónica, en su primer contacto con esta guerra: Una de las cosas mas sorprendentes para mí ha sido la convivencia entre la normalidad y la guerra, cómo la gente sigue enamorándose, trabajando, saliendo a bares y restaurantes, a pesar de vivir bajo amenaza constante. Esto no es así en las ciudades y pueblos más cerca del frente, donde la vida se ha parado por completo, pero en ciudades como Zaporiyia o Járkov es muy llamativo. Un joven me explicaba que después de tantos meses de guerra, él ha perdido el miedo a morir y necesita seguir viviendo de la forma más normal posible. Aunque sea entre sirenas, avisos de misil y explosiones de tanto en tanto.
La serie. Bajo el título Ucrania, viaje por el frente que tiene al mundo en vilo, la serie echó a andar este domingo, en la primera de siete etapas a lo largo de 1.200 kilómetros de un recorrido a través del texto, la fotografía y el vídeo. Luis ha viajado en varias ocasiones al terreno. Y así cuenta su experiencia en esta ocasión: El despliegue que hemos hecho durante estas tres semanas en Ucrania no lo ha hecho ningún otro medio en español. Y yo me quedo con eso. Trabajar cuatro compañeros de un periódico en una expedición así, no sé incluso si se había hecho antes en el diario. Hemos hablado muchísimo, hemos tenido nuestros consejos de redacción, hemos aprendido los unos de los otros, sopesado, valorado y tomado decisiones. Es lo más alucinante. El resultado de esta serie es producto del impulso que el periódico le ha dado al pedazo de cobertura en Ucrania.
Hablando de resultados, aquí van otros dos reportajes de este proyecto: He viajado en varias ocasiones con Carlos, acompañado siempre con sus cámaras y trípodes. Viajes muy diferentes. Me interesaba saber qué había sentido en su primer trabajo en lo que denominamos zona de guerra. Y me gustó esto que dijo, que comparto de mi experiencia en Ucrania: Desde un punto de vista profesional lo que más me impactó fue el entorno: pueblos arrasados, coches soviéticos o el interior de las casas. Escenarios con una enorme fuerza visual. Desde el punto de vista personal, la mirada de los personajes que nos íbamos encontrando. Incertidumbre y miedo, pero confianza en que ganarán esta guerra.
Otros dos reportajes antes de compartir con ustedes lo que me trasladó Cristian, el único que aún está en Ucrania, en la capital, Kiev: No les había hablado de los otros dos miembros de este equipo. Pido disculpas. Sin nuestros colaboradores ucranios no hubiera sido posible este trabajo. Cristian se acuerda de ellos: Fueron tres semanas sin separarnos ni un momento, compartiendo camas, pepinillos encurtidos, apretujados en coches, horas de trabajo sin descanso y tomando decisiones clave sobre la marcha, pero sin discusiones, más allá de debates en voz alta acompañados de una rica gesticulación que dejaban a Rost y Emil descolocados. Me preguntaron en los primeros días si nos estábamos peleando, y yo les explicaba que no, que los españoles tienen tendencia a ser muy expresivos.
Antes de abandonar la trinchera, les animo a leer lo que contó la presidenta de Transparencia Internacional, Delia Ferreira, a nuestro compañero de la sección Manuel Altozano durante una charla celebrada la pasada semana. Pinchen aquí para leerlo. Japón (en el G-7). Seguro que saben, porque nos leen, que mientras mis compañeros ultimaban la primera de las entregas de esta serie, se celebraba en Hiroshima (Japón) la cumbre del G-7, el grupo de las siete democracias más industrializadas del mundo. No les hablaré de esta reunión, centrada sin duda en el gran asunto de la invasión rusa, pero como son pocas las ocasiones que tenemos para escribir sobre el país asiático, aquí recupero un par de piezas que publicamos este fin de semana bajo la firma de nuestro enviado, Andrea Rizzi: Con el G-7 ya caminando en Hiroshima, la Liga Árabe se citó en Arabia Saudí. Por allí pasó el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, en una parada en postas antes de volar a Japón. Pero me detendré en la que fue la noticia y foto de la cumbre: la vuelta al escenario del dirigente sirio, Bachar el Asad, 12 años después de las revueltas en su país y el inicio de su brutal represión. Nuestro corresponsal en Jerusalén, Antonio Pita, lo recogía así el pasado viernes: La catástrofe. Permítanme quedarme un momento más con Antonio. Se han cumplido 75 años de lo que los palestinos llaman la Nakba, la catástrofe desatada con la creación del Estado de Israel y la expulsión de miles de ciudadanos árabes. Las heridas siguen muy abiertas: Antes que Antonio ocupó la corresponsalía de Oriente Próximo el periodista Juan Carlos Sanz. Hoy nos reporta desde Rabat, la capital de Marruecos. Hace tiempo que se habla en el país magrebí de las largas ausencias del rey Mohamed VI de la escena pública. Hay debate, pero también castigo para los que se excedan en sus comentarios: Antes de dejar el continente africano, recupero estos dos artículos –no nos olvidamos de Sudán, sobra decir–: Finalizo con dos cosas muy diferentes, pero que nos tienen en vilo: los destinos políticos de Grecia y Ecuador. En Atenas estuvo la pasada semana nuestro enviado Francisco Peregil. Lean en su tag todo lo que ha publicado estos días. Ganó el conservador Kyriakos Mitsotakis y se desplomó el líder de izquierda Alexis Tsipras. Pero queda un segundo round. Más incertidumbre hay sin duda en Quito después de que el presidente Guillermo Lasso anunciase la disolución de la Asamblea Nacional y solicitara el adelanto electoral. Hasta la capital ecuatoriana viajó Inés Santaeulalia para entrevistarle. Muchas gracias por seguir este boletín. El jueves que viene, un nuevo correo. Si le han reenviado este correo, puede apuntarse aquí para recibir la newsletter de Internacional. |
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