| Quería llamar este jueves su atención sobre tres temas, en primer lugar: Colombia, África y la monarquía británica. Habrá más, pero no querría subirme desde el inicio a esa ola gigante de la ultimísima hora. Arranco con la conversación que mantuvo este miércoles en la Embajada de Colombia en Madrid la directora de EL PAÍS, Pepa Bueno, y el presidente colombiano, Gustavo Petro. Me interesa porque siempre lo hacen las entrevistas a los jefes de gobierno o Estado de un país. Es uno de los objetivos que nos marcamos en nuestro día a día como reporteros: lograr que los grandes dirigentes nos abran una puerta para acercar su trabajo al lector y que cuenten cosas que no contarían en sus comparecencias rutinarias. Lo hicimos con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, la pasada semana. Esta vez, es su homólogo colombiano el que nos hace algunas confesiones. Me quedo con esto: Hay una porción de la población que apuesta a no cambiar. Y un núcleo de poder muy privilegiado, enriquecido a través de ordeñar al Estado. Es una actitud parasitaria, rentista, tiene que ver más con el feudalismo que con el capitalismo. Pero que ha hecho crecer a este grupo de personas que fueron derrotadas por mí en las elecciones pasadas.
Y si prefieren ver una selección de lo que dijo el mandatario colombiano, aquí va: Por último y para completar la foto que nos ha ofrecido el presidente Petro, les recomiendo el texto que publicó este martes Inés Santaeulalia desde Bogotá: God save the King. Salto hacia un terreno muy diferente. Me recordaba ayer una compañera del periódico aquello que, en ocasiones, hace el diario británico The Guardian cuando informa extensamente sobre las cosas de palacio. Esta cabecera, en ocasiones, te ofrece la opción de replegar el apartado dedicado a Buckingham Palace y, de este modo, los que crean la realeza una cosa menor, puedan ir directamente a lo importante, las noticias. Si ustedes quieren hacer lo mismo, sáltense un par de párrafos. Esto de la familia real británica tiene su aquel: una institución que sostiene gran parte de la identidad del Reino Unido, pero que en tantas ocasiones se dispuso abiertamente a la mofa. El próximo sábado, un nuevo episodio de todo esto con la coronación de Carlos III. Nuestra compañera de la sección de Estilo Andrea Jiménez ha trabajado en esta guía para que no se les escape nada: Este jueves, además de las claves del rito de la coronación, nuestro corresponsal en Londres, Rafa de Miguel, ha querido repasar lo cultivado ya por el monarca en su corto reinado –como el reportero ha dicho en alguna que otra pieza, el rey de Inglaterra lo es desde el mismo instante en el que murió su madre, Isabel II–. Les dejo este último artículo y otro en el que Rafa se adentra también en la miga del acto en sí de coronación: África. Y hablando de cosas no muy modernas, les traigo aquí un tema que nos sigue preocupando en la sección: el interés de los países ricos en África –de eso también sabe mucho la corona británica–. Yo mismo me he estado fijando en los últimos meses en cómo las grandes potencias han renovado su atracción por el continente africano. Hablo de Estados Unidos, Rusia, China, Europa... La batalla diplomática, al menos, está lanzada. Lean: Tenemos los ojos puestos en Sudán y la confrontación aún abierta entre los generales Abdelfatá al Burhan y Mohamed Hamdan Dagalo. La cobertura de todo esto es difícil. Por el momento y a tenor de la situación de inseguridad, no estamos en el terreno. Pero les pegó aquí los últimos textos que hemos publicado para que entiendan un poco mejor lo que pasa: Finalizo nuestro pequeñísimo viaje a África con el artículo que nuestra compañera de Planeta Futuro Raquel Seco nos envió desde Nairobi para hablarnos de las sectas kenianas; a lo que sumaré este reportaje firmado por Matteo Garavoglia desde Sfax (Túnez) sobre uno de los efectos de la mano dura del gobierno del presidente Kais Said: Inmigración. Caminemos hacia el sur, hacia el norte del continente, para cruzar el Mediterráneo, como tantos miles de estos mismos inmigrantes intentan hacer a diario. Nuestros compañeros Lola Hierro y Álvaro García han estado embarcados en el velero Astral, de la organización Open Arms, para informar sobre las labores de ayuda en el rescate de personas en este mar. Han sido siete días de navegación que han dejado una vivencia inolvidable. Este es su último trabajo, publicado en la edición de este lunes: No puedo evitar recuperar un párrafo de este magnífico reportaje: No parecía un bidón, ni un neumático como los que quedan en las inmediaciones de donde se llevan a cabo rescates de pateras, así que Basso pidió por el walkie-talkie a sus compañeras de la zódiac que se acercaran a mirar. La respuesta llegó a los pocos minutos: 'Confirmo. Es el cuerpo de un hombre'.
Muchos de estos subsaharianos logran su objetivo, cruzan las salvajes aguas del Mediterráneo en una travesía a vida o muerte y empiezan una nueva etapa, no exenta de trabas. La reportera Sara González, desde París, se acercó a una escuela abandonada de un buen distrito de la capital francesa para contarnos la historia de 300 migrantes varados. Lean aquí el porqué: Acabo con dos cosas que quizá completen bien este brochazo que les he dado de la actualidad internacional en siete días. En primer lugar, Cristian Segura, corresponsal en Kiev, nos acerca un relato de la trinchera sin parangón –"una clase magistral sobre táctica militar", reconoce Cristian–. El protagonista es, además, un soldado español en las filas del bando ucranio. Su vida ha estado en juego en varias ocasiones; ahora descansa a la espera de nuevo destino. Finalmente, recupero el artículo firmado en la edición del domingo por Miguel Jiménez, corresponsal en Washington, sobre el candidato Biden, tan solo unos días después de que el demócrata formalizara su candidatura para 2024. Muchas gracias de nuevo por seguir este boletín. El jueves que viene, un nuevo correo. Si le han reenviado este correo, puede apuntarse aquí para recibir la newsletter de Internacional. |
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