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Algo se muere en el alma cuando una serie se va
| NATALIA MARCOS
| | Jeremy Strong, Sarah Snook y Kieran Culkin, en el último episodio de 'Succession'. / HBO | | | | |
No ha sido la semana más tranquila informativamente hablando en España. Tampoco ha sido la semana más tranquila en el corazón de los seriéfilos. En apenas cinco días hemos vivido cuatro grandes despedidas. La semana horribilis comenzó con el adiós de La maravillosa señora Maisel, siguió con Succession y Barry y terminó con Ted Lasso. Todas han dicho adiós justo antes del 31 de mayo (Ted Lasso lo hizo justo sobre la bocina), cumpliendo así el plazo de elegibilidad para los Emmy de este año. Todas quieren despedirse con premios.
En EL PAÍS hemos dedicado varios artículos a despedirnos de Succession, una serie que ha contado con gran predicamento entre periodistas, políticos y guionistas, pero que creo que ha sido más de nicho de lo que a veces creemos. Más aún lo ha sido Barry (ambas en HBO Max). En cambio, mucho más populares han sido La maravillosa señora Maisel (The Marvelous Mrs. Maisel, en Amazon Prime Video) y Ted Lasso (Apple TV+), historias quizá más accesibles sin que por ello tengan menos mérito. Como recordaba mi compañero Eneko Ruiz Jiménez en Twitter, además, dos de ellas, Maisel y Ted Lasso, ayudaron a situar sus respectivas plataformas en el panorama global.
Yo llevo días que no levanto cabeza de con tanta despedida. Empecé a hacerlo preparando este reportaje sobre la importancia de terminar bien una historia para el que pedí su opinión a varios guionistas. Hoy nos ponemos de luto para pasar juntos este trance y honrar a estas grandes series que nos han dicho adiós. Siempre se van los mejores. | | | | | | |
| Rachel Brosnahan y Reid Scott, en el último capítulo de 'La maravillosa señora Maisel'. / PHILIPPE ANTONELLO | | | |
"Tits up!" El grito de guerra de Midge y Susie tenía que salir en la despedida de La maravillosa señora Maisel, un final emocionante, divertido, inteligente, redondo y coherente con el resto de la serie. La última temporada ha echado rápidos vistazos al futuro de la protagonista y su entorno, e incluso uno de los mejores capítulos estuvo dedicado a las idas y venidas de la relación entre la cómica y su representante y amiga en los años venideros. Amy Sherman-Palladino ha podido así, por fin, despedir una serie de su creación con un final preparado y de su gusto: Las chicas Gilmore cerraron su recorrido original sin ella involucrada en la serie (sí estuvo presente en su vuelta hace siete años para darle un final más a su gusto), Paraíso (Bunheads) se canceló tras su segunda temporada y The Return of Jezebel James, que estrenó en 2008, fue cancelada tras solo tres episodios emitidos.
La siguiente en despedirse fue Succession. Vi su final en directo, a las tres de la madrugada en España, y cuando faltaba media hora no daba crédito a lo despierta que estaba a pesar de las horas. El capítulo, de casi 90 minutos, iba in crescendo en ritmo e intensidad y daba al espectador por igual momentos relajados y de reunión fraternal en su primera mitad y esas puñaladas y giros repentinos que tanto nos han hecho disfrutar. El final es también coherente. Sorprendente pero, de alguna forma, inevitable. Y dejaba a los hermanos en el lugar más bajo en el que les hemos visto en toda la serie, y eso que les hemos visto arrastrarse por el fango de todas las maneras posibles. Justo lo que merecían. Escribí esto según terminó. Para los usuarios de IMDb, es el cuarto mejor capítulo de la serie, aquí tienes todos ordenados de peor a mejor. | | | | | | |
| Matthew Macfadyen y Sarah Snook, en 'Succession'. / HBO | | | |
El martes tuve el honor de poder hablar durante media hora con su creador, Jesse Armstrong. Aquí podéis leer la charla, exclusiva en España y una de las pocas que ha dado a nivel mundial. Es un tipo muy normal, tranquilo, que hablaba bastante tiempo con los ojos cerrados y despacio, pensando muy detenidamente las respuestas. Me llamó la atención el proceso previo para cerrar la entrevista, donde traté directamente con una productora de la serie y cerramos el día, hora y modo de hacerla entre nosotros, sin intermediarios de la cadena. Yo creé el enlace de Zoom al que nos conectamos y solo estuvimos él y yo presentes en la entrevista. No es nada habitual, y con entrevistados internacionales de este nivel es la primera vez que me ocurre. Más tarde, Eneko Ruiz Jiménez me explicó que la huelga de guionistas impide que concedan entrevistas gestionadas por las plataformas o cadenas, de ahí que se hiciera de esta forma tan poco convencional. | | | | | | |
Como esa noche ya no tenía el cuerpo para seguir con otra despedida, dejé la de Barry para la noche del lunes. Esta comedia negra se volvió cada vez más oscura con el paso de las temporadas, y el final terminó en ese tono negrísimo que había ido tomando. También tuvo giros sorpresa (aunque, una vez más, de alguna forma se podría decir que inevitables), muertes varias, alguna sonrisa que se quedaba helada en la boca y una reflexión metanarrativa final abierta a muchas lecturas. La serie de Bill Hader ha mantenido un tono muy particular que ha ido tomando altura, profundidad y complejidad con el paso de los capítulos, y más cuando esta temporada daba un salto temporal a falta de varios episodios. Se despide como una de las comedias más originales, osadas y con más personalidad de los últimos tiempos. | | | | | | |
| Bill Hader, en el último capítulo de 'Barry'. / HBO | | | |
La última en irse ha sido Ted Lasso. Lo ha hecho callada, como en secreto, casi sin avisar. Espero que algún día Apple explique por qué esta estrategia tan incomprensible de dejar que su serie estrella se marchara sin haberlo anunciado. Porque, oficialmente, no hay anuncio de que este haya sido el final de Ted Lasso. Sin embargo, es evidente que así ha sido tanto en la serie como en los mensajes velados del equipo artístico y creativo. Se han plantado semillas para posibles continuaciones, pero si Ted Lasso como tal ha terminado, sigo sin entender por qué no se ha comunicado como merecía. | | | | | | |
No ha sido su mejor temporada. Los capítulos extralargos le han sentado bastante mal. Ted parecía cansado de ser Ted (o igual era Jason Sudeikis el que estaba cansado de Ted). La dispersión del foco entre tantos personajes, que parecían habitar mundos aparte (Nate, Keeley...) desvirtuaba la serie. Tampoco se entiende el camino de redención de Nate, que ha pasado de villano en la segunda temporada a protagonizar su propia historia romántica en esta entrega, como si la serie hubiera olvidado todo lo que había plantado antes. Quizá que uno de sus creadores, Bill Lawrence, con gran experiencia en la comedia televisiva, casi dejara la serie para centrarse en Terapia sin filtro puede explicar estos desatinos. Pero no quita para que el final haya tenido grandes momentos. Una conexión especial, quizá por haber aparecido en plena pandemia y haberse transformado en un salvavidas en momentos duros, hizo que el visionado de su final fuera, para mí, especialmente emotivo. Perdí la cuenta de las veces se me cayeron lagrimitas, incluido un torrente de lágrimas al final. La sensación que ha dejado el cierre es muy satisfactoria. Porque este ha sido el final de Ted Lasso, ¿verdad, señores de Apple? | | | | | | |
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| Monica Barbaro y Arnold Schwarzenegger, en el primer episodio de 'Fubar'. / CHRISTOS KALOHORIDIS (Netflix) | | | |
¿Hubo algo más que finales esta semana? Sí, aunque no lo parezca. Algunas de las noches en las que no andaba llorando por las esquinas entre tanta despedida eché un vistazo a Fubar (Netflix), la primera serie que protagoniza Arnold Schwarzenegger. Vistos tres episodios, está claro que es una de esas producciones pertenecientes al exitoso género de la Dad TV, que combina thriller, acción, espionaje y comedia y que busca el entretenimiento puro y duro. En este caso, el bueno de Schwarzenegger interpreta a un espía de la CIA a punto de jubilarse que es reclamado para una última misión relacionada con su pasado. Cuando está en plena misión, descubre que su hija es también agente de la CIA. A partir de ahí, cada capítulo sigue una pequeña misión en la que padre e hija tendrán que colaborar, muy a su pesar. El esquema narrativo, hasta donde he visto, se repite de forma que cada aventura termina en los cinco primeros minutos del capítulo siguiente para invitar al espectador a ver siempre un episodio más. Yo paré cuando la cosa se estaba poniendo tan inverosímil (y algo repetitiva) que decidí bajarme del barco. Claramente, lo mejor de la serie es Schwarzenegger. | | | | | | |
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| Michelle Fairley, Catelyn Stark, en lo peor de la Boda Roja.
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¿Sabéis esas efemérides con las que de repente te caen cientos de años encima y sientes que de un segundo a otro te has hecho muy mayor? Eso me pasó cuando me enteré de que mañana se cumplen 10 años de la emisión de la Boda Roja. Del mismo modo que hay quienes recuerdan dónde estaban cuando el hombre llegó a la Luna o cuando se cayeron las Torres Gemelas, otros siempre recordaremos cómo vimos Las lluvias de Castamere, el noveno capítulo de la tercera temporada de Juego de tronos.
En el blog Quinta Temporada recopilamos, unos días después, algunas de las reacciones de los fans. No recordaba que incluso alguien creó una cuenta de Twitter para retuitear algunos de los comentarios más enfurecidos. Pero lo mejor, sin duda, fueron los vídeos recopilatorios con las reacciones en directo. Todavía no me explico si es que los lectores de los libros habían quedado entre sí para grabar a sus acompañantes o si fue simple casualidad que a tanta gente se le ocurriera lo mismo, pero es un gran documento que constata cómo vivimos uno de los grandes traumas seriéfilos colectivos (aunque, para trauma, lo de The Good Wife; si lo viviste, sabes de lo que hablo). Por cierto, los que no habíamos leído los libros nunca dejaremos de estar en deuda con los lectores, que se guardaron estos y otros secretos hasta el final.
Como este apartado se supone que se dedica a lecturas, hace mucho que no recomiendo Todos los hombres deben morir, de James Hibberd, una fantástica historia oral de Juego de tronos. Y ya que hablamos de historias orales, también tenéis esta (en inglés) de la Boda Roja en sí. | | | | | | |
| Podéis mandar vuestras sugerencias televisivas (programas, series, documentales...) a nmarcos@elpais.es. Incluid, por favor, vuestro nombre, qué recomendáis y por qué lo hacéis en un párrafo. ¡Gracias! | | | | | |
La sugerencia de la Redacción | | | | | | | |
| Rob McElhenney y Ryan Reynolds, en 'Bienvenidos al Wesham'. | | | |
Javier Marmisa, redactor de la sección de Redes Sociales, nos trae esta semana una recomendación a la que me sumo. | | | | Aunque la vida me ha llevado a que mi equipo gane mucho, una mezcla de autoexpiación y de coherencia con mis valores me lleva a tener una irrefrenable atracción por los perdedores. En Inglaterra lo hacen como nadie. Especialmente en ciudades antaño prósperas por la industria que no volvieron a ser lo mismo, ni siquiera ante la promesa, que resultó vacía, del Brexit. En este entorno se desarrolla Bienvenidos al Wrexham (Welcome to Wrexham, en Disney+). Como si de magnates del Viejo Oeste se tratase, llegan a la ciudad galesa un famoso de la tele, Rob McElhenney (Colgados en Filadelfia) y la estrella de Hollywood Ryan Reynolds. El primero pone las ganas, la iniciativa y la pasión. Reynolds el carisma y la panoja, lo más importante.
Al cargo ponen a un guionista de cine, Humphrey Ker, y a un exdirectivo de la federación de la EFL, Shaun Harvey, para que les baje a tierra. Fichan a un delantero pichichi de tercera para un equipo del equivalente a quinta y “vamo a jugar”, que diría el Kun Agüero.
Como si de Ted Lasso se tratase, se ponen el mono de faena para sufrir los quebraderos de cabeza de gestionar un club. Desde recuperar el estadio de las garras de su malvado dueño anterior, hasta la dificultad de conseguir que un césped arraigue. Si no, que le digan al Real Madrid. | | | | | |
Seis series destacadas de esta semana | | | | | | | |
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- Los días. Drama japonés que recrea los días posteriores al tsunami de Japón que afectó a la central de Fukushima. Jueves 1 en Netflix.
- Valeria. Tercera temporada de la serie basada en las novelas de Elísabet Benavent que siguen las andanzas de cuatro amigas. Viernes 2 en Netflix.
- The Idol. Una joven estrella del pop empieza a relacionarse con un empresario de clubes nocturnos. Lunes 5 en HBO Max.
- Las invisibles. La vida de unas camareras de piso cambia cuando una de ellas muere y llega una novata al hotel. Lunes 5 en SkyShowtime.
- 1985. Serie belga que sigue la investigación de una treintena de asesinatos que mostró vínculos entre los asesinos y altos cargos del país. Martes 6 en Filmin.
- Saint X. Drama sobre la desaparición de varias jóvenes en el Caribe a través de diferentes perspectivas. Miércoles 7 en Disney+.
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Cinco artículos que no deberías perderte en Televisión en EL PAÍS: | | | | | | | | |
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Hasta la próxima semana. | | | | | | |
| | NATALIA MARCOS
| Redactora de la sección de Televisión. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en Participación y Redes Sociales. Desde su fundación, escribe en el blog de series Quinta Temporada. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Filología Hispánica por la UNED. | | | | |
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