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A David Lynch Netflix le ha dado la espalda, a Coppola solo le ajunta Cannes y a John Waters... a Waters no le quiere nadie | GREGORIO BELINCHÓN | | | | |
Hola a todos:
Los que sigáis habitualmente esta newsletter sabréis cómo va el caso Coppola. Para el resto, recordaos que ha acabado Megalópolis, su proyecto de cuatro décadas; que lo ha pagado de su bolsillo (120 millones de dólares) con sus bodegas; os conté el único pase que hizo de la película, en el que reunió a amigos y ejecutivos de estudios, con la idea de que al acabar la proyección tuviera ya comprador para distribuirla; y en aquel boletín os subrayé un detalle que ha ido multiplicando su eco a lo largo de los días: escribí a los dos días del pase, y había ya declaraciones contradictorias sobre lo visto. Semanas más tarde, la bola ha crecido: cada espectador ha asistido a una película distinta, y no sabemos si enfrente les proyectaron Apocalypse Now o la peor versión de Twixt. ¿Ha hecho Coppola la mejor película experimental de la historia o se le ha ido la olla?
Por lo económico, puedo entender porqué cada estudio grande, cada major, ha pasado de comprar Megalópolis: unos porque a la cifra de la adquisición de la película habría que añadir otros 100 millones de dólares para publicidad y el lanzamiento; otros, porque para eso ya la hubieran producido todos; otros terceros, porque comprarla para la distribución mundial les abocaría a un todo o nada de inversión probablemente por encima de sus posibilidades. Ahora la mitad del cine mundial se está rasgando la vestiduras (e insisto, sin ver la película) y la otra mitad piensa: bienvenidos al club. Porque el cine de autor se financia vendiendo territorio a territorio la distribución en salas y en otras ventanas. Como por otro lado bien sabe Coppola. Ahora bien, es mucho más trabajoso. Y para eso están el festival y el mercado de Cannes. | | | | | | |
| | David Lynch, en What Did Jack Do?. | | | |
Y ahí entra Thierry Frémaux, delegado general del certamen. Ya se rumoreaba, y se publicó, que Megalópolis se vería en Cannes antes del anuncio oficial de la programación ayer jueves. Además, coincide con el 45º aniversario de la Palma de Oro de Apocalypse Now. Mi apuesta, y puede desde luego que me equivoque, es que allí, o en los días previos, todo el mundo correrá a comprar por precios más asequibles la distribución nacional de la película, que no habrá una grande que la lleve por todo el mundo. Y cruzo los dedos, porque a mí me fascinó El hombre sin edad o Juventud sin juventud (este filme se ha llamado en España de ambas maneras) y Twixt... si se veía en las condiciones adecuadas (con las gafas 3D en las secuencias previstas). Ahora bien, si hablamos de dineros...
Coppola no es la única vieja gloria dolida con el desprecio de los nuevos tiempos, algo que por otro lado siempre ha sufrido cada generación de realizadores, ¿o no recordamos las quejas del directores del Hollywood clásico, de los de la generación posterior, arrinconados por los del Nuevo Hollywood de Coppola? ¿Qué pasó con Stanley Donen, Billy Wilder, qué dijo Juan Antonio Bardem con el Goya de Honor en la mano? "¿Hay algún productor en la sala? Tengo un par de proyectos muy interesantes, no demasiado caros, soy eficiente, cumplo el plan de trabajo...". No digo que esté bien, es más, está mal, pero siempre ha pasado. Ahora Coppola no tiene quién le compre Megalópolis, ni Woody Allen logra financiar su próximo trabajo... y a ellos se les han sumado David Lynch y John Waters. | | | | | | |
| | John Waters. | | | |
Primero Lynch: como ya había trabajado con Netflix, pensó que ahí querrían su nuevo proyecto, Snootworld, "un cuento de hadas", según el director, que ha escrito el guion con alguien de postín, Caroline Thompson, guionista de Eduardo Manostijeras, Pesadilla antes de Navidad o Bienvenidos a Marwen. "No sé cuándo empecé a pensar en los snoots, pero comencé a dibujarlos y me salió una historia. Me junté con Caroline y trabajamos en el guion. Hace poco pensé que alguien podría estar interesado, así que se lo ofrecí a Netflix, pero lo rechazaron". No veían claro meterse en ese proyecto de animación. "Y eso que creo que podrían apreciarlo tanto niños como adultos", confiesa muy dolido en Deadline un director que lleva dos décadas sin filmar un largo (eso sí, no para).
El otro angustiado es John Waters, que ha tenido que negar los rumores de que Liarmouth iba a empezar a rodarse en su ciudad, Baltimore, con Aubrey Plaza. Trabaja en ella, pero no encuentra productor para su desesperación. | | | | | | |
| | Jeremy Strong y Sebastian Stan, como Donald Trump, en The Aprenttice. | | | |
Y Coppola al menos tendrá su película en Cannes, en una sección oficial anunciada ayer llena de nombres franceses (obvio) y películas en inglés (no tan obvio), con mucho consagrado (Cronenberg, Sorrentino, Coppola, Schrader, Lanthimos, Jia Zhang-ke), nombres potentes (Baker, Christophe Honoré, Miguel Gomes o Kiril Serébrennikov, que por fin tendrá Limonov) y películas que apetecen un montón: Emilia Pérez, de Jacques Audiard es el musical sobre el jefe de un cartel de la droga que ha hecho su transición a ser mujer; The Apprentice, de Ali Abbasi, muestra a Donald Trump en sus primeros años en el negocio inmobiliario. | | | | | | |
| | Karla Sofia Gascón, en primer plano, y Zoe Saldana , en 'Emilia Pétez', de Jacques Audiard. | | | |
¿Qué faltó ayer? No hubo nombres españoles, ni casi latinoamericanos (solo el portugués Gomes y el brasileño Karim Aïnouz). Para los españoles esperamos noticias de la Quincena; del resto, veremos porque aún quedan anuncios. Y lo segundo: Frémaux dijo días antes que entre una película dirigida por un hombre o por una mujer, elegían la segunda. Pues le ha quedado una competición muy machirula. O no había nada, visto que ha programado la nueva película de Andrea Arnold, de la que ya se sabía recibirá el premio de honor (la carroza de oro) de la Quincena de Cineastas.
Un último giño a Cannes. Pau Brunet ha recopilado y publicado el listado de las 50 películas más taquilleras (en todo el mundo) que han competido en el certamen francés en la última década. Y es muy interesante. Dolor y gloria está la octava; La zona de interés, la sexta, y a años luz encabeza esta lista Parásitos. Aquí podéis ver la lista entera. | | | | | | |
Otros temas interesantes | | Vamos allá, que aquí ya sabéis se esconden tesoros para la lectura: | | | | | | |
| | El director de cine Jaime de Armiñán, en una entrevista en su domicilio de Madrid en 2015. / BERNARDO PÉREZ | | | |
Muere el director Jaime de Armiñán. Fue dos veces candidato al Oscar, y ese detalle, que para otros sería el culmen de una carrera, es un récord anecdótico en el currículo de Jaime de Armiñán, que el pasado martes falleció en Madrid a los 97 años. En la huella que deja en el audiovisual español tienen más peso su calidad ―en cine Mi querida señorita, El amor del capitán Brando, Stico, Mi general o El nido, en televisión Juncal, Una gloria nacional y sus Estudio 1— y su cantidad: una docena de obras de teatro, cerca de 650 guiones para televisión y otra veintena para la gran pantalla. Desaparece un creador completo, a veces minusvalorado, que ahora mismo sirve de referencia a nuevas generaciones: los Javis están produciendo una versión para Netflix de Mi querida señorita. “Un cineasta nunca se retira [...]. Los que son como yo no podemos jubilarnos porque lo hacemos únicamente cuando nos vamos a la triste fosa”, recordaba al recoger el Goya honorífico en 2014. Y aquí os dejo el obituario que escribí el miércoles por su fallecimiento. | | | | | | |
| | Una imagen de La primera profecía. | | | |
- El cine de terror religioso tiene quien le rece. Ante la última oleada de monjas, exorcismos y advenimientos de anticristos en el cine de terror, Eneko Ruiz Jiménez escribe: "El género que explota el miedo a las religiosas se remonta a 1922 con Häxan. En los últimos tiempos ha tenido un exitoso exponente (supera los 600 millones de dólares) en La monja (2018), que forma parte de la saga Expediente Warren, hito del terror basado en hechos reales. Hoy este nicho que ocupan las monjas dentro del subgénero del cine de miedo católico tiene otro exponente en las salas: La primera profecía, precuela de la saga de cinco películas donde una novicia guerrera lucha contra una conspiración clerical para resucitar al anticristo". Eneko ha recorrido los últimos hallazgos de este subgénero, y ha hablado con el director Paco Plaza sobre los aciertos de los creadores de este tipo de terror para la gran pantalla en este reportaje, que tiene, desde luego, gran tirón taquillero. Y de regalo, el listado de las seis películas de la saga La profecía, ordenadas de peor a mejor, cortesía de The Hollywood Reporter.
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| | Kristen Stewart, en la presentación el pasado mes de febrero en la Berlinale de Sangre en los labios. / THOMAS KRONSTEINER (GETTY IMAGES) | | | |
- Kristen Stewart estrena Sangre en los labios. "En cada entrevista me preguntan: ‘¿Qué quieres que se lleve la gente después de ver la película?’. Supongo que quieren que responda que mis proyectos aspiran a cambiar el mundo, a hacernos mejores personas. Pero no hacemos cine para eso, sino para hacernos preguntas sobre quiénes somos, para reconocernos en ellos. Me gustó que la película fuera moralmente ambigua. Como mujeres, siempre se nos pide hacer lo correcto. A los hombres no les pasa", le dice Kristen Stewart a Álex Vicente en esta entrevista realizada en la pasada Berlinale con motivo de la presentación de Sangre en los labios, que se estrena ahora en España. Stewart siempre me ha parecido una actriz muy inteligente, que tiene y tendrá larga carrera, que ha huido perfectamente, como Pattinson, de la sombra de Crepúsculo: “Solo soy actriz, soy un pistolero a sueldo. Encontrar un poco de riesgo no es muy común. He hecho mucho cine comercial y no he disfrutado de parte de esa experiencia. No quiero hacer películas que solo sean entretenimiento. Hacer cine es muy divertido, pero tener que hacer la misma película una y otra vez es desmoralizador, deshumanizante y horrible”. Y aquí, la crítica de Elsa Fernández-Santos de Sangre en los labios.
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| | Un cartel de la película Oppenheimer en el Toho Cinemas del barrio Roppongi de Tokio. / ANADOLU (GETTY IMAGES) | | | |
- Oppenheimer llega a Japón. Al final, Oppenheimer sí se ha estrenado en Japón y el público ha entendido que el oscarizado biopic del segundo físico más famoso de la historia contiene un mensaje antimilitarista. También, claro, gracias, a una campaña publicitaria que reunió a 23 personalidades, entre ellos un célebre superviviente de la bomba atómica de Nagasaki y activista antinuclear, el doctor Masao Tomonaga, que sobrevivió a la explosión cuando tenía dos años, y que a EL PAÍS contaba sobre el filme: “Aunque los diálogos no lo especifiquen, su mensaje antinuclear subyace a lo largo de toda la obra”. Aquí podéis leer el reportaje de Gonzalo Robledo.
- Y además, este precioso tuit de Joe Dante, que en representación de todos los que empezaron en el cine con Roger Corman le deseaba el pasado sábado un feliz 98 cumpleaños (entre ellos, justo Coppola, con el que empezamos esta newsletter); y este reportaje sobre los tres kilómetros de película que los herederos del pintor gallego Xavier Pousa han depositado en el Museo Online de Cine Autobiográfico, es decir, diez horas de imágenes inéditas rodadas durante dos décadas desde 1968.
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Esta semana nos vamos hasta cuatro estrenos. De Sangre en los labios ya hemos hablado arriba, así que van aquí los otros tres:
El salto. Benito Zambrano | | | | | | |
| | Moussa Sylla, que encarna al protagonista de El salto, de Benito Zambrano, en una imagen de la película | | | |
Carlos Boyero escribe sobre la nueva película de Benito Zambrano acerca del drama de la inmigración en la valle de Melilla: "Agradezco que me manipulen emocionalmente en el cine a condición de que lo hagan con inteligencia y arte. Estoy dispuesto a creerme todo si eso conecta con mi emoción, con las sensaciones que transmite el gran cine. Pero el discurso plagado de buenas intenciones y expresado de forma subrayada o simplista no me sirve".
Aquí podéis leer una entrevista con la actriz Edith Martínez-Vidal, y aquí, la crítica completa.
Monkey Man. Dev Patel | | | | | | |
| | Dev Patel, en Monkey Man. | | | |
Dev Patel debuta como director en una estupenda película de acción más política de lo que pudiera parecer, y Javier Ocaña escribe de ella: "Patel ha vuelto a la tierra de sus ancestros para crear una arquetípica obra de venganza que, sin embargo, se hace fuerte gracias al arsenal creativo en la confección de sus secuencias, y no solo las de combate".
Aquí podéis leer la crítica completa.
HLM Pussy. Nora el Hourch | | | | | | |
| | Una imagen de HLM Pussy. | | | |
Ocaña escribe: "El Hourch aporta en su trabajo una novedad al conjunto de películas sobre el tema: las pasadas de frenada. Es decir, esas circunstancias que, ante la indefensión, el miedo o la ausencia concreta de pruebas, llevan a determinadas mujeres a traspasar las líneas legales y a convertirse no ya en acusadoras de un delito que pueda ser juzgado por unos tribunales, sino en personas que, por culpa de las medidas tomadas para contrarrestar esa agresión anterior, pasan a ser presuntas infractoras de un delito distinto".
Aquí podéis leer la crítica completa.
Antes de despedirme, última recomendación: La conversación cumple medio siglo de su estreno. Volvedla a ver. Y así cierro una newsletter con Coppola abierta también con el maestro
Y os recuerdo que en EL PAÍS hemos conformado un equipo de investigación sobre el abuso y el acoso sexual en el cine español. Si lo has sufrido o conoces a alguien que lo haya sufrido, Elena Reina (ereina@elpais.es), Ana Marcos (amarcos@elpais.es) y yo mismo (gbelinchon@elpais.es) estamos para escucharte.
En Twitter, para cualquier consulta, soy @gbelinchon.
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| | GREGORIO BELINCHÓN | Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales. | | | | |
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