Historias desde el terreno con las voces e iniciativas de sus protagonistas ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏
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Esta semana estoy especialmente fascinada con esta historia. Reyya Mozhami escribe desde Lahj, en Yemen, sobre unas mujeres que se encontraron con un problema enorme, se arremangaron y se pusieron manos a la obra. El feminismo puede consistir en reparar un móvil.
Resulta que Yemen, como otros países, sufre un problema de sextorsión. Así es como se llama al chantaje que consiste en amenazar con compartir imágenes íntimas, y pedir, a cambio de no hacerlo, favores sexuales o dinero. A veces ni siquiera tiene que ser una foto explícita, por cierto: en algunas sociedades basta que, por ejemplo, una chica musulmana no lleve puesto el pañuelo. Es un problema creciente y mundial (lo contábamos en este reportaje en febrero). En Jordania, Líbano y Palestina, una de cada cinco personas entrevistadas había sido sometida a sextorsión o conocía a alguien que lo había sido, uno de los peores índices del planeta. Y los efectos son devastadores: algunas chicas se suicidan, otras son asesinadas por familias que sienten que han manchado su honor.
Pues bien, esto se traduce en que muchas mujeres no se fían de las tiendas de reparación de móviles. Temen que alguien en estos locales pueden filtrar sus imágenes (como ya ha pasado). Así que, cuando una pantalla se rompe o un dispositivo deja de funcionar, se pueden quedar sin acceso a la tecnología -a menudo no tienen dinero para un teléfono nuevo-.
Anisa al-Salami llevaba cuatro años sin móvil y no estaba conforme. Así que hizo lo impensable: se apuntó a un curso de informática, y ha abierto una tienda de reparación para mujeres. Tahani al-Jaafari ha hecho lo mismo en un rincón de su casa. Las fotos de una mujer rodeada de herramientas y teléfonos me ha hecho más llevadera una semana llena de noticias durísimas, espero que sea igual para quienes nos leéis.
También os recomiendo este reportaje de Simona Carnino sobre un modelo de migración económica minoritario, pero que parece prometedor: los contratos temporales de guatemaltecos para trabajar en Estados Unidos.
Un saludo, y hasta la semana que viene. | | | | | | |
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| El viaje de cuatro migrantes hacia una vida en Andalucía | Saliou, Reda, Medhi y Yassine son algunos de los muchos que llegaron a Tenerife en 2020 desde África. El fotoperiodista Djamal Benmokhtar les acompañó en su recorrido hasta la Península y en sus primeros momentos en el sur de España. Esta es una selección de su trabajo que se expondrá en el Cabildo de Gran Canaria desde el 25 de abril hasta el 16 de mayo en colaboración con la ONG ‘Médicos del Mundo’ | | | |
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