Toda la actualidad cinematográfica ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏
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| ¿Hemos visto todos la misma película de Coppola en Cannes? | | GREGORIO BELINCHÓN |  | | | |
| Hola a todos desde Cannes, donde se entremezclan las lluvias y un sol castigador para desgaste de los 35.000 acreditados al festival más grande e importante del mundo. Aquí estoy, dirigiendo aún Megalópolis, de Francis Ford Coppola, una olla a presión rebosante de ingredientes, de ideas, referentes, locuras, conceptos, que no ha acabado de obtener un buen guiso. Aquí lo explica más detalladamente Elsa Fernández-Santos.
Hoy, en la rueda de prensa del filme, Coppola ha contado que, a sus 85 años, ya ha empezado un nuevo guion. Espero que sea así, porque si lo último que queda en el visual del maestro es la secuencia final de Megalópolis, que aúna los peores momentos de los anuncios de Freixenet con la versión con actores de carne y hueso de Aladdín... En fin, que sería dolorosísimo. | | | | | | | | |
| |  | | Francis Ford Coppola habla con la prensa mientras su nieta Cosima Mars le observa. / STEPHANIE MAHE (REUTERS) | | | |
| La rueda de prensa, en la que ha soltado sentencias maravillosas como “Mis hijos, sin excepción, tienen carreras maravillosas sin una fortuna detrás. Estamos bien. No importa. Os aviso: el dinero no importa”; “tengo una secuencia más de El padrino que podría agregar algún día”; o que el mundo vive una nueva ola fascista, la podéis leer aquí. Pero los aplausos recibidos cada vez que hablaba provocaban ciertas dudas. Soy un enorme fan de la carrera de Coppola, en la que suele elegir héroes que encaran el rechazo social. Y el personaje de Adam Driver en Megalópolis, César Catilina, claramente influido por su propia figura, es una mezcla de un dictador, Julio César, y de Lucio Sergio Catilina, el romano que se rebeló contra la dictadora elitista de la República Romana, un político antioligarquías que murió en la llamada segunda conjura de Catilina. Lo que quiero decir es que Megalópolis tiene miles de referencias, todas igual de interesantes, hipnóticas, pero que no acaban de mezclarse bien.
Y llegamos a la pregunta con la que se abre esta newsletter: ¿hemos visto todos la misma película de Coppola? Unos hablan de una obra que hace avanzar el cine por los caminos más arriesgados de la experimentación, jugándosela en cada plano con formatos e innumerables ideas; otros critican este dislate, una caída a los abismos de la simpleza, la imaginería barata y cierto machismo tras una mala digestión de política, sociología, historia, el brilli brilli del director Baz Luhrmann y los peores momentos de los hermanos Wachowski. Y eso es lo bonito del cine: cada uno hemos visto una película, y ojalá nos sentemos todos a charlar de ella. | | | | | | | | |
| Ucrania llega a Cannes 2024 con ‘La invasión’ | | | | | | | | | | |
| |  | | Una imagen de 'La invasión'. | | | |
| Ha sido uno de los platos fuertes de este arranque del certamen. Por fin, el cineasta ucraniano Sergei Loznitsa ha estrenado La invasión, un documental compuesto por 30 capítulos de diferente duración creados originalmente para la cadena francesas Arte. "Y es posible que los muestre en su plataforma en formato de cortos", me contó en la azotea del Palacio de Festivales. El ucraniano ha realizado un gran fresco sobre sus compatriotas, que muestra mucho del día a día en su país (él vive exiliado en Berlín), sobre todo de los funerales. Pero no hay ni una imagen de las tropas rusas. "¿Para qué? Ya vemos las consecuencias de sus actos. Otras de las reglas fueron que cada episodio fuera independiente y que usaría cámara estática, para acercarme a cierta mirada objetiva", explica.
La invasión no es un arma para cambiar conciencias, "porque el cine nunca ha sido un arma, ni así me lo he planteado". Ni tampoco propaganda. "Ese no mi negocio. Quería mostrar lo que viven mis compatriotas; y encadenarlo con dos de mis trabajos previos, Donbas y Maidan. Habrá una cuarta entrega", explica. | | | | | | | | |
| |  | | Sergei Loznitsa, en Cannes en 2022. | | | |
| Durante media hora, Loznitsa habla de la historia del último siglo, de cómo el desmoronamiento del país en el que él se crio, la Unión Soviética, hizo que de un día para otro Ucrania fuera independiente, "cuando no existía un espíritu ni de revolución ni de independencia". Ha sido la invasión rusa la que ha inflamado ese sentimiento. "Y no por motivos políticos, porque bastante tenemos con sobrevivir. Mi país está completamente destruido", insiste. Loznitsa empezó a rodar el 24 de agosto (el día de la independencia de Ucrania) de 2022, y ha buscado por todo el país ese retrato de una nación y unas gentes arrasadas. "Por Putin esto no va a acabar, y no creo que en Rusia se lo quiten de medio".
Entonces, ¿qué esperanza le queda a Ucrania? "Es una pregunta que todos nos tenemos que hacer en nuestro interior. Porque todas las guerras se acaban, por cansancio, desgaste o derrota. ¿Cómo acabará esta? No sé, aunque me parece importante señalar que esta una guerra de Europa, que Putin ha invadido Ucrania, y que este es el frente de ese enfrentamiento. Y esa es la esperanza a la que nos agarramos los ucranianos". | | | | | | | | |
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| |  | | Desde la izquierda, George Miller, Anya Taylor-Joy y Chris Hemsworth, en Cannes, en la alfombra roja de Furiosa. / ANDRE PAIN | | | |
| Llevamos unos días en Cannes y los principales temas de conversación han sido, además de Coppola, el futuro de las salas de cine y la diferente respuesta de los públicos según qué países al retorno a los locales (atentos al verano que viene, que suena terrible); el advenimiento incontrolable de la inteligencia artificial, el poderío de Saint Laurent como empresa productora de cine (tiene tres películas en la sección a competición) y las diferentes reacciones ante Furiosa (aquí tenéis mi crónica del nuevo filme de George Miller de la saga Mad Max).
Y sobre todo y ante todo, hemos hablado del MeToo, de los casos que por fin se van haciendo públicos. Si la víspera de su arranque, el festival se sentía atenazado entre la posible huelga de trabajadores (incidencia: cero) y la revelación de casos de abusos, el primer día nos despertamos con la revelación en Elle del terrible pasado de violaciones y agresiones sexuales del productor Alain Sarde, en su momento figura prominente tras las películas de Polasnki, Godard... e incluso Lynch en Mulholland Drive. A la vez, en Le Monde, 150 artistas (sobre todo, actrices, pero también escritoras) pedían una ley integral contra la violencia sexual en Francia. Y el segundo día del certamen, pudimos ver el corto Moi Aussi, de Judith Godrèche, que ha liderado el último impulso del MeToo en Francia, país que nunca se tomó demasiado en serio esta batalla. Ahora parece que las cosas han cambiado.
Como un respiro de alivio y serenidad, en la sección Cannes Classics se ha proyectado la versión restaurada de Tasio, 40 años después de su estreno. Al filme lo acompañaba Montxo Armendáriz, su director, y aquí hablamos del mensaje de ecologismo y respeto que perdura tras ver de nuevo la película. Por cierto, la ópera prima de Armendáriz se reestrenará con esta restauración en salas comerciales en Francia. Y en España, ¿qué? | | | | | | | | |
| Otros temas interesantes | | | | Ha sido una semana movidita, aunque, ¿cuándo no? | | | | | | | | |
| |  | | El director de cine iraní Mohammad Rasoulof, a la derecha, en el rodaje de La vida de los demás, en 2019. | | | |
| Mohammad Rassoulof huye de Irán. La semana pasada hablamos de la condena que iba a encarar Mohammad Rassoulof. Este viernes ya sabemos que el cineasta ha huido como ha podido de Irán (el régimen tiene su pasaporte) y que se encuentra en algún lugar de Europa (me la juego a Francia o, más probablemente, Alemania). En una semana se proyecta en Cannes La semilla de la higuera sagrada, y Rassoulof intuyó una nueva condena por la película, según el comunicado en el que anunció su exilio: “Hace aproximadamente un mes, mis abogados me informaron de que mi condena a ocho años de prisión había sido confirmada en el tribunal de apelación y que se ejecutaría en breve. Sabiendo que la noticia de mi nueva película se conocería muy pronto, supe que, sin duda, a esos ocho años se añadiría una nueva condena. No tenía mucho tiempo para tomar una decisión. Tenía que elegir entre la cárcel o irme de Irán. Con el corazón encogido, elegí el exilio”. Esperamos verle el viernes en Cannes defendiendo su nuevo filme. | | | | | | | | |
| |  | | Isaki Lacuesta, en su estudio en Girona. / MASSIMILIANO MINOCRI | | | |
| Una tarde en Girona con Isaki Lacuesta. Hace unos días pasé una tarde en Girona con Isaki Lacuesta e Isa Campo, pareja de cineastas. La excusa, el estreno el viernes 24 de la nueva película de Lacuesta, Segundo premio, en la que muestra no al grupo Los Planetas, sino a la leyenda que les rodea. Y de esa leyenda, de esa ficción, ha nacido un gran filme. Comimos, dimos un paseo por la ciudad, y en su casa Isaki estuvo varias horas hablando de su carrera y de su creencias: "El éxito estriba en alcanzar un público al que no ibas predestinado"; "El mundo de la comunicación está invadido por la política en un 90% y si el poquito espacio que nos queda para la cultura también lo dedicamos a ella...”; “No tengo esa necesidad imperiosa de transmitir mi obra, de estrenar cine. Disfruto más de las ganas de rodar con alguien o en un lugar", y de cómo fue rodar en distancia desde un hospital con su hija Luna enferma. Fue una charla muy provechosa, al menos para mí, y se convirtió en la portada de Babelia del sábado pasado. Y aquí la tenéis. | | | | | | | | |
| |  | | El director John Musker, en Animayo Gran Canaria 2024. / QUIQUE CURBELO | | | |
| John Musker, el director que revolucionó Disney y la animación en Hollywood con una sirena, un genio de la lámpara y una princesa polinesia. El responsable de La sirenita, Aladdín y Vaiana estuvo en el festival Animayo, en Canarias, donde mostró su nuevo trabajo, un corto realizado después de haberse jubilado tras 40 años de carrera. “En Disney en los 90 mandaba un emperador, ahora hay un comité de emperadores que opinan”, contaba. Y aquí tenéis la charla con Eneko Ruiz Jiménez. | | | | | | | | |
| |  | | Roger Corman, en Hollywood en 2007. / GETTY IMAGES | | | |
| Muere el productor y director Roger Corman.Más que un cineasta, Roger Corman, que murió el 9 de mayo en su casa de Santa Mónica (California) a los 98 años, era una leyenda. Forjó el destino del Nuevo Hollywood de los años setenta porque fue quien les dejó iniciarse en los rodajes a Francis Ford Coppola, Martin Scorsese o Peter Bogdanovich y con él empezó su carrera Jack Nicholson. Apostó por un cine independiente, de consumo y llegada fácil, de rodajes guerrilleros, lo que no estaba exento de cierta pulsión artística. Su sobrenombre de rey del cine de serie B, con su capacidad para sacar adelante 500 películas, ensombrece su gusto por un cine de terror, basado principalmente en relatos de Edgar Allan Poe, casi siempre con Vincent Price de protagonista, que deja títulos de valor como La caída de la casa Usher (1960), El cuervo (1963), La máscara de la muerte roja (1964), junto a otras apuestas como El hombre con rayos X en los ojos (1963) o La pequeña tienda de los horrores (1960). Esa década, la de los sesenta, fue su época dorada. En los últimos años, idolatrado y venerado, ha sido reverenciado, ha recibido el Oscar de Honor y aplaudido en Cannes. Con toda justicia. Y aquí tenéis su obituario.
Esta semana ha pasado por Madrid la cineasta palestina Mira Sadawi, nacida en un campo de refugiados en Líbano. Aquí tenéis una entrevista con ella en la que explica: “El arte es mi única arma de resistencia”. Ah, y esta curiosa historia: la de la película La mesita del comedor. “La hicimos para estrenarla en Sitges, y la primera bofetada fue que no la quisieron. Luego un gran distribuidor nos dijo que La mesita del comedor no debería existir. Y una persona importante del circuito de exhibición me apremió a dejar el cine, que esta película solo se debería ver en un manicomio”: así iba el recorrido del segundo largo de Caye Casas hasta Stephen King se cruzó con ella. Eneko Ruiz Jiménez cuenta esta odisea aquí. | | | | | | | | |
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| |  | | Un momento de 'Disco, Ibiza, Locomía'. | | | |
| Para Ocaña, "la base dramática, narrativa e interpretativa no es lo único que no resulta. Ya desde la primera secuencia, el contraste entre lo que afirma el narrador en off que era Ibiza aquellos días, con el hedonismo como modo de vida alrededor de 'la mejor discoteca del mundo', y lo que se ve en imágenes es desolador".
Puedes leer la crítica completa aquí.
'Los buenos profesores'. Thomas Lilti | | | | | | | | |
| |  | | Vincent Lacoste, en 'Los buenos profesores'. | | | |
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| |  | | Una imagen de 'Anora', de Sean Baker. | | | |
| Pues aquí acaba hoy la newsletter. Aún quedan un montón de películas: de Schrader, Lanthimos, Sorrentino, Cronenberg, Miguel Gomes, Sean Baker... Llegan buenos ecos de los filmes de Coralie Fargeat y de Payal Capadia. El lunes se estrena en la Quincena Volveréis, de Jonás Trueba, y en la Semana de la Crítica se podrá ver el mediometraje Las novias del sur, de Elena López Riera. Y le darán la Palma de Oro de Honor a George Lucas, que acaba de cumplir 80 años. En fin, todavía nos aguarda mucho Cannes.
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| | | | | GREGORIO BELINCHÓN | | Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales. | | | | |
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