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El León de oro de ‘La habitación de al lado’ hace historia | GREGORIO BELINCHÓN | | | | |
Hola a todos:
Tras una semana de vacaciones (creo que la primera de este boletín en el último año y medio), vuelvo. Obviamente, abro con la noticia de la semana: el León de oro de La habitación de al lado, de Pedro Almodóvar el pasado sábado en Venecia.
Venecia es un festival que se ha resistido al cine español. Es más, el único que lo ha ganado fue Luis Buñuel, aunque con un filme francés, Belle de Jour. En Cannes pasa igual: solo lo ha obtenido la Palma de Oro -en largometrajes-, Luis Buñuel con Viridiana. Mejor le ha ido al cine español en la Berlinale (la última en ganar fue Alcarràs, de Carla Simón) y en San Sebastián (aquí la última sido O corno, de Jaione Camborda). Y Almodóvar no había ganado nunca un festival de los grandes, y eso que lo rozó en Cannes (Cronenberg no estuvo por la labor). Eso es lo que más subrayaban los medios de comunicación anglosajones el domingo: esa extraña... no sé cómo calificarlo, ¿maldición?
Por si no la leísteis, aquí está la crónica de mi romano favorito, Tommaso Koch, sobre ese sábado de gloria. | | | | | | |
| | La directora Dea Kulumbegashvili, en la presentación de 'April'. / GETTY IMAGES | | | |
Tiempo habrá de analizar La habitación de al lado, el primer largo en inglés de Almodóvar. Pero me detengo en algunos de los títulos que más ruido han hecho en Venecia, a través de las crónicas de Tommaso.
Por ejemplo, cómo se cuenta en pantalla la invasión rusa de Ucrania desde ambos lados: la coincidencia de los documentales Russians at War, que filma siete meses dentro de un batallón del ejército de Putin, y Songs of Slow Burning Earth, sobre cómo sobreviven los ucranios invadidos, ofrece una visión distinta y comparada del conflicto. por cierto, en Toronto se han anulado las proyecciones de Russians at War por miedo a la seguridad (así de cruda ha sido la organización). O cómo la georgiana Dea Kulumbegashvili mostraba un parto malogrado y un aborto clandestino, reafirmando en April sus ideas y estilo, sin ninguna concesión (bien por ella). | | | | | | |
| | erry Lewis, en una imagen de 'The Day the Clown Cried', que aparece en el documental. | | | |
Tommaso también explicó que Joaquin Phoenix y Lady Gaga cantan, bailan y arriesgan en Joker: Folie à Deux, aunque la película no acabó de funcionar; o que Rodrigo Sorogoyen presentó con éxito su serie Los años nuevos. Y habló de una seria candidata a los Oscar, The Brutalist, de Brady Corbet.
Además, se proyectó el documental From Darkness To Light, que analiza la creación y la singladura de The Day the Clown Cried, el drama sobre los campos de exterminio que Jerry Lewis dirigió y protagonizó en 1972. Fue tan mala su experiencia, que no dejó ver a nadie la peli, convirtiéndose en su gran fracaso artístico. Aquí os cuento la historia, entre curiosa y surrealista, de aquel inmenso desastre, protagonizado por un payaso que guía a los niños a las cámaras de gas en Auschwitz. Sí, una locura. Ya os dije que merece la pena. | | | | | | |
¿A quién enviamos a los Oscar? | | | | | | | |
| | Eduard Fernández, en 'Marco'. | | | |
El próximo miércoles sabremos qué película han elegido los académicos españoles entre La estrella azul, Marco y Segundo premio. Es curioso, son tres historias más o menos reales, y dos de ellas centradas en la música, un género que ha viajado ya con España a los Oscar: al menos la Academia ha enviado a otras cinco películas sobre música o musicales a los Oscar en ocasiones precedentes (pero se nos olvida, porque las de ahora son roqueras y aquellas, relacionadas con el flamenco o el baile español). A lo que íbamos. Primer arqueo de ceja: se han quedado fuera títulos más favoritos como, entre otros, Los destellos, Soy Nevenka, El maestro que prometió el mar o La virgen roja. Preguntando estos días, vuelvo a confirmar que muy muy pocos miembros de la Academia han participado en esta primera criba (pereza, desconocimiento...), aunque, sí, solo esos datos los tiene la notaria de la Academia. Es una sensación. Soy fan de Marco, de Jon Garaño y Aitor Arregi, y de Segundo premio, de Isaki Lacuesta, y ambas se mueven bien en el terreno que ahora premia la Academia en el apartado de Oscar a mejor película internacional: autoría con cierta llegada a todo tipo de públicos.
Lo que están rehuyendo son filmes más clásicos. Y Francia sigue erre que erre equivocándose. El año pasado no escogieron Anatomía de una caída, priorizando A fuego lento... y recordad el ridículo. Este año la comisión que elige su apuesta ha crecido de siete a 11 integrantes para abrir opiniones, y votarán entre El conde de Montecristo, Emilia Pérez, La luz que imaginamos y Misericordia. El conde de Montecristo funciona, podría pillar candidaturas en diseño de producción y vestuario.... pero no enviar en esa categoría a Emilia Pérez es tropezar de nuevo con la misma piedra. Alemania ha sido muy lista, seleccionando a La semilla del higo sagrado, de Mohammad Rasoulof. A ver los franceses... Y a ver España. | | | | | | |
Otros temas interesantes | | Hoy hay de todo: proyectos, entrevistas, fallecimientos y cumpleaños. | | | | | | |
| | James Earl Jones, en un estreno en Broadway, Nueva York, en octubre de 2015. / GETTY IMAGES | | | |
Muere James Earl Jones. El pasado lunes falleció en su casa del estado de Nueva York el actor James Earl Jones a los 93 años. Era uno de los miembros del selecto club de los EGOT, los ganadores de un Emmy, un Grammy, un Oscar y un Tony. En Estados Unidos le consideraban uno de los dioses del teatro, mientras que en el resto del mundo era conocido gracias a su poderosa voz, que empleó en dar vida a Darth Vader en Star Wars y a Mufasa en El rey león. En pantalla se le pudo ver en ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú; La gran esperanza blanca; Yo, el mejor; Conan, el bárbaro; La caza del Octubre Rojo, Juego de patriotas o El príncipe de Zamunda. Pero para mí siempre será el protagonista de The Man (1972), en la que daba vida a un senador afroamericano que tras un accidente acaba siendo presidente de EE UU, es decir, el primer presidente negro... incluso diría que el primero hasta en la gran pantalla. A mí me impactó ese trabajo mucho antes ni de que Barack Obama hablara en una convención demócrata.
Por cierto, a punto de cerrar la newsletter, se ha hecho público el fallecimiento, ayer jueves, de Chad McQueen a los 63 años. Era el hijo de Steve McQueen, y como experto en artes marciales interpretó al matón Dutch en las dos primeras películas de Karate Kid. Su compañía, McQueen Racing, fundada en 2010 y ahora dirigida por sus hijos Chase y Madison, desarrolla autos y motocicletas de alto rendimiento. Hace casi una década me senté a hablar con un amable aunque seco Chad McQueen. Rubio, pelo corto, entonces tenía 55 años y casi el mismo rostro que su progenitor. Impresionaba. Cubría sus ojos con unas gafas de sol que escondían las heridas que sufrió en 2006 en la carrera de Daytona. Ha muerto de fallo multiorgánico producido por una caída en 2020 de la que nunca se recuperó. Aquel mediodía en Cannes hablamos de la película Le Mans, el gran fracaso de su padre, y de cómo un documental recuperaba la pasión de Steve por aquel filme... y por las carreras, amor que Chad heredó: “Para mí, era solo papá. Fue un hombre muy cariñoso. Me gusta que exista un gran respeto por su obra, que la gente joven disfrute de sus películas. Nunca ha vuelto a haber nadie tan cool como él”. | | | | | | |
| | Valla publicitaria de los 100 años de Warner y TCM en el festival de San Sebastián. | | | |
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| | Clara Segura, en la avenida Diagonal de Barcelona. / MASSIMILIANO MINOCRI | | | |
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| | Abderrahmane Sissako, en el rodaje de 'Té negro'. | | | |
Abderrahmane Sissako, el cineasta que nos enseña otras Áfricas. Este lunes por la mañana, en mi pantalla de ordenador apareció desde París, donde estaba de paso tras ser jurado de Venecia, el mauritano Abderrahmane Sissako. Puede que Té negro, que se estrena hoy en España, no sea su mejor película, pero siempre es interesante hablar con el director de Timbuktu (con la que llegó a Cannes y a los Oscar), Bamako o La vida en la Tierra. Charlamos del eurocentrismo en la visión de la migración humana (“no quiere decir en absoluto que Europa sea decadente. Sin embargo, como artista, soy sensible a lo que ocurre a mi alrededor y me temo que incluso de cara a la emigración Europa no abandona su eurocentrismo”), de cómo África está siendo comprada por China (“en Mauritania tenemos un proverbio que dice que aquel que se ahoga se agarra hasta a un cocodrilo. China es nuestro cocodrilo, porque África ahora mismo se está ahogando"), de Deseando amar, de paternidades... incluso de acacias africanas. Todo eso, y más, aquí. | | | | | | |
| | Adolfo Aristarain, retratado el 10 de septiembre. / MARIANA ELADIO | | | |
La merecida medalla de la Academia española de Cine para Adolfo Aristarain. Adolfo Aristarain recibió ayer jueves, en su Buenos Aires natal, la Medalla de Oro de la Academia de Cine española “por ser uno de los nombres fundamentales de la historia del cine en español”. Ya se siente recuperado de una operación a corazón abierto a la que se sometió en 2019. Y en esta entrevista en Argentina el realizador de Tiempo de revancha (1981), Un lugar en el mundo (1992) y Martín (Hache) (1997) habla de su carrera, de sus recuerdos y explica: "Lo mío siempre fue divertirme haciendo cine, nunca entendí a los directores que se angustian y se ponen mala leche y putean y rompen cosas. Si yo hiciera eso me voy, no hago más cine. Yo me divierto como loco". Ese es el espíritu.
Y un proyecto muy interesante: Viaje al fin de la noche, la obra maestra literaria de francés Louis-Ferdinand Céline, personaje controvertido y revisado en la Francia actual, está siendo adaptada al cine por el creador de cómics y cineasta Joann Sfar y por el director y guionista Thomas Bidegain. Es un megaproyectazo. | | | | | | |
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Esta semana nos acompañan tres estrenos y yo os recomiendo dos más: en Netflix se ha estrenado Rebel Ridge, del siempre interesante Jeremy Saulnier, experto en cine social con estallidos de violencia. Ahora se ha marcado un Rambo estupendo, que ahonda en el racismo sistémico en EE UU. Y en la Filmoteca Española se proyecta mañana sábado y el 28 la restauración de Los golfos, la primera película de Carlos Saura. Se presentó en Cannes en 1960 y ahora se incluyen partes eliminadas por la censura.
‘Eileen’. William Oldroyd. | | | | | | |
| | Anne Hathaway y Thomasin McKenzie, en 'Eileen'. | | | |
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| | Alberto Ammann y Verónica Echegui, en 'Justicia artificial'. | | | |
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| | Ella Rumpf, en 'El teorema de Marguerite'. | | | |
Apunta Ocaña: "La joven y brillante matemática francesa que protagoniza la película El teorema de Marguerite es el arquetipo de “la empollona”. Así se cita explícitamente en la película y de este modo la ha dibujado Anne Novion en su tercer largometraje. Ahora bien, su criatura es introvertida y está poco acostumbrada al exterior y a la socialización, pero no tiene ningún trastorno del espectro autista".
Podéis leer la crítica completa aquí.
La semana que viene os escribiré desde San Sebastián, que arranca ese día su 72ª edición. Ganazas.
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| | GREGORIO BELINCHÓN | Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales. | | | | |
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