Queridos lectores, queridas lectoras: Estos días no se habla de otra cosa. El lunes arrancamos la semana viendo señales de que la esperada contraofensiva en Ucrania había empezado y el martes todo estalló. Reventó la presa de Nova Kajovka en el río Dniéper y arrasó con todo. El desastre es monumental. Inundaciones masivas. Decenas de localidades desalojadas y cientos de personas evacuadas. Cultivos anegados por aguas contaminadas. Minas antipersonas plantadas por los rusos flotando por ahí. Y mientras el agua y el lodo se traga el terreno y las casas río abajo, en la parte alta cae el volumen del embalse que refrigera la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa. El desastre tiene derivadas medioambientales, humanas y, también, militares. Ucrania acusa a Rusia de haber volado el dique, que se encuentra en zona ocupada por el invasor, mientras Moscú señala a saboteadores ucranios. En otras guerras ya se ha empleado lo que se conoce como ecocidio o ambienticidio como estrategia militar, pese a las devastadoras consecuencias en el entorno y las personas. Otras tesis apuntan a que el muro reventó porque ya estaba dañado y soportaba demasiada presión por el agua embalsada. Les invito a recorrer algunas de las informaciones clave sobre lo que ha ocurrido. Antes de que la presa lo acaparase todo, Cristian había publicado un par de temas desde Ucrania que no hay que perderse. En uno nos mete en las trincheras y nos cuenta cómo un soldado logra sobrevivir en ellas gracias al dibujo. Plasmar con humor las miserias del día a día ayuda a psicológicamente a Ruslan Pijota a mantenerse estable. El militar le cedió a nuestro compañero algunas de sus viñetas, que publicamos junto a su historia. Otro reportaje que rescato, del periódico del domingo, es sobre Valeri Zaluzhni, el hombre del que depende el destino de Ucrania. El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania se deja ver con cuentagotas, pero se ha convertido en un héroe para los suyos, en un icono: "Es mi ídolo, damos gracias a Dios por habernos dado a este hombre, es en él en quien confiamos nuestra victoria", dice sobre él un alcalde. La inmigración se ha convertido en una batalla ideológica en un continente que, paradójicamente, está en declive demográfico. El miedo al otro, el cerrarle la puerta al diferente, señalado como enemigo, es uno de los argumentos preferidos de la ultraderecha europea para arengar a ciudadanos descontentos. El mensaje ha ido calando y lo han adoptado partidos de todos los signos. En Polonia, las cosas se han torcido estos días para el Gobierno ultraconservador, que se enfrenta a las urnas el próximo otoño. Se le ha vuelto en contra una ley que los críticos ven como una herramienta para expulsar de la vida pública al líder de la oposición, Donald Tusk. Para remate, esta semana ha recibido otro varapalo de la justicia europea por comprometer la independencia judicial. Esta es la secuencia de los hechos, que hemos ido contando al detalle: Un par de recomendaciones para terminar, por si aún no han tenido oportunidad de leerlas: Muchas gracias por seguir este boletín. El jueves que viene, un nuevo correo. Si le han reenviado este correo, puede apuntarse aquí para recibir la newsletter de Internacional. |