No son buenas noticias. Sería falso decir que otros días les traigo informaciones esperanzadoras. No es así. En cualquier caso, estas, la últimas, son terribles. A la vez que escribo estas líneas, charlo con el reportero Hibai Arbide Aza, que se ha trasladado desde la isla griega de Lesbos hasta la península del Peloponeso para informarnos. Este miércoles, un pesquero con cientos de migrantes a bordo naufragó en aguas del mar Jónico. A esta hora, la cifra de víctimas mortales es de 79. Más de un centenar de personas, todos hombres, han sido rescatados con vida. Pero quedan decenas, si no cientos, de desaparecidos. Una palabra que, les confieso, me parece tremendamente desafortunada, al tiempo que periodísticamente inevitable. Queremos decir que se busca a cientos de personas varadas en alta mar. Los milagros ocurren en contadas ocasiones. Así que ya sabrán ustedes que nos referimos, generalmente, a que no se han encontrado los cuerpos de las demás víctimas. Me decía Hibai, en un intercambio de mensajes por WhatsApp, que todos los menores y mujeres que iban a bordo han perdido la vida con casi total seguridad. Viajaban en la bodega. ¿Recuerdan algo parecido? Sí, el naufragio de Cutro, en el sureste de Italia, ocurrido el pasado mes de febrero. Al menos 94 personas perdieron la vida a 40 metros de la orilla. Hibai se encuentra ya en la ciudad costera de Kalamata, la segunda más poblada del Peloponeso. Ha podido acercarse a las naves donde se encuentran los supervivientes. No es fácil hablar con ellos. Uno le contaba que "ahora están bien". Mejor, lean su primera historia desde allí: Pacto migratorio. Habrá más información bajo la rúbrica de Hibai, pero os recuerdo que la Unión Europea trabaja para reforzar y agilizar los procesos de análisis de las solicitudes de asilo. Esto es, según el nuevo pacto migratorio sobre la mesa, aún en discusión, muchos de los que logran tocar tierra podrían ser expulsados con cierta premura. Nos lo ha contado nuestra corresponsal en Bruselas María R. Sahuquillo. Hablando de migrantes, nuestro compañero de la sección de Internacional Carlos Torralba viajó recientemente a Letonia para conocer de primera mano cómo gestiona Riga el cruce de migrantes desde la frontera bielorrusa. Narra Carlos, entre otras cosas, la historia de Ieva Raubisko, una activista letona perseguida por auxiliar a un grupo de sirios. Recupero algo de lo que Raubisko le dijo a nuestro enviado: Cuando bajé del coche a esperar a que llegaran, el frío era tan espantoso y el paraje tan desolador que únicamente podía pensar '¿pero, por favor, cómo sobreviven? Lean aquí el resto del reportaje. La foto que nos trae Carlos de ese "agujero negro" no es muy tranquilizadora: La presa. Ya que estamos cerca de Bielorrusia, viajamos un poco más al sur para adentrarnos de nuevo, como en cada boletín, en Ucrania. Ya les contamos en el último envío lo que sabíamos hasta ese momento del derrumbe de la presa ucrania situada junto a la localidad de Nova Kajovka. Hay ocasiones en las que nuestros textos no acaban de dejar ver lo difícil que es llegar a los sitios. Y, en sentido estricto, no es esa nuestra labor, al revés, intentamos no restar ni un ápice de protagonismo a la historia que contamos. Pero les confieso –para eso está este boletín– que a Cristian Segura, nuestro reportero permanente en Kiev, le resultó difícil llegar a las zonas inundadas de Jersón. Se metió en el agua y navegó por poblaciones anegadas junto al testimonio de los afectados por el desastre. Recupero este reportaje: Antes de marcharme de Ucrania, siempre es un placer recomendarles una historia de una de nuestras veteranas corresponsales en Moscú, Pilar Bonet. Esta semana, Pilar habló con Denis Sokolov, reclutador de ciudadanos rusos para combatir en el bando ucranio. Lean: Me quedo en Europa para recuperar algunas de las piezas sobre la muerte del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi. Ya saben que murió, no me cabe duda, pero me detendré en tres artículos fantásticos que pueden llevarles un rato, pero que finalizarán con buen sabor de lectura: El magnate. Y de Berlusconi, no por azar, salto al expresidente estadounidense Donald Trump. Tanto monta, monta tanto. Ha sido imputado por el caso de los papeles clasificados que guardaba en su mansión de Mar-a-Lago. Hay 37 cargos en su contra. De todo lo publicado, creo que disfrutarán leyendo esto de nuestro compañero en Washington Iker Seisdedos: La nueva imputación del magnate neoyorquino nos ha tenido en vilo unos días. Mucho más tiempo hemos mantenido el aliento por los cuatro niños perdidos durante 40 días en la selva colombiana del Guaviare tras el accidente de avioneta en el que viajaban con su madre. Tuvimos noticia de su rescate el pasado sábado. La historia de los cuatro hermanos y su travesía hacia la supervivencia nos la ha contado nuestro compañero en Bogotá Juan Diego Quesada. Lean este reportaje bajo su firma: Acabo con dos artículos muy diferentes. Sin olvidarme de la selva y Colombia, os traigo el trabajo realizado por nuestra compañera Catalina Oquendo, con fotos de Chelo Camacho, sobre el peligroso cruce de los migrantes a través de la selva del Darién, de camino hacia Panamá. Finalmente, seguimos con un ojo en Israel, aún en estado de crisis debido a la reforma del sistema judicial. El corresponsal en Jerusalén, Antonio Pita, entrevistó esta semana a la exministra de Justicia Tzipi Livni. Es muy crítica. Muchas gracias por seguir este boletín. El jueves que viene, un nuevo correo. Si le han reenviado este correo, puede apuntarse aquí para recibir la newsletter de Internacional. |