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6 cosas que aprendí en Tudum | NATALIA MARCOS | | Una imagen del comienzo del evento de Netflix Tudum el pasado sábado en São Paulo. / NETFLIX | | | | |
Entre el jueves y el domingo pasado estuve en São Paulo (Brasil) invitada por Netflix para asistir a su gran evento anual, Tudum. El peculiar nombre hace referencia al sonido que se oye al comenzar una reproducción en la plataforma (yo solía decir "chunchún", pero aceptamos "tudum"). Desde allí he escrito un par de reportajes, uno sobre la organización previa del gran encuentro y otro con algunos de los anuncios más destacados que se hicieron allí. Hoy quería contaros las entrañas de lo que he vivido y desgranar algunas curiosidades relacionadas con el sarao de Netflix. Vamos allá:
1 - En Brasil también hace frío.
Te dicen que vas a Brasil y, ¿qué es lo primero que piensas? Sol, playas, buen tiempo... Eso pensaron esos periodistas internacionales que llegaron a la ciudad sin mirar el tiempo y aparecieron con camisetas de manga corta y pantalones cortos. Pero resulta que justo la semana previa a Tudum fue una especie de descanso en el casi permanente buen tiempo que reina en São Paulo. Que allí estén ya en invierno no tenía mucho que ver: ahora rozan los 27 grados, mientras que nosotros no superamos los 17 cuando más calor hacía y las mínimas rondaban los 7 grados. No es frío, frío, pero si no vas preparado, sí lo es. Cuatro días de lluvia continua hicieron que Netflix tuviera pensado un plan B bajo techo (y con aforo más reducido) para su gran evento del sábado, una presentación en un enorme escenario al aire libre en el parque Ibirapuera. Por suerte, el viernes antes al mediodía apareció por fin el sol (varios periodistas de habla española exclamamos al unísono "¡el sol!" al salir de unas entrevistas y ver el cielo azul), dejó de llover y no tuvieron que activar el plan de emergencia.
2 - Entrevistas en peceras de cristal y con público.
El pabellón de la Bienal de São Paulo acogió durante tres días un montón de actividades relacionadas con muchas de las series y películas de Netflix. Allí podías pasarte horas de un lado a otro y jugar al escondite inglés de El juego del calamar con toda la parafernalia, incluida chaqueta verde con números como las de la serie y unos personajes vestidos con mono rojo y máscara negra que expulsaban sin contemplaciones a quienes se movían. También podías replicar el baile de Miércoles Addams en otra de las actividades con más éxito. O hacerte fotos en las taquillas de Yo nunca y en la habitación de Heartstopper. Un puñado de Miércoles caminaban entre el público y también era fácil cruzarte con réplicas de Geralt de Rivia y el Morfeo de Sandman. Y hacerte fotos por doquier. Algunos afortunados pudimos disfrutar de todo un día antes sin las colas que se formaron en los tres días de apertura al público.
Al poco de entrar, te encontrabas una gran pecera de metacrilato que el día antes de la inauguración no entendí para qué era, pero quedó claro el viernes por la mañana. Ahí se hacían algunas de las entrevistas con los actores que fueron a Tudum. Cuando entré el viernes por la mañana en el pabellón estaban ahí los chicos de Yo nunca. Fuera de la pecera, un puñado de fans gritaban, móvil en mano, y se volvían locas con cada gesto hacia ellas. Luego llegó Nicola Coughlan, de Los Bridgerton. Los periodistas íbamos pasando por esa pecera en el orden que nos adjudicaron para hacer entrevistas. Fuera no nos oían, pero dentro sí que escuchábamos el ruido de fuera, un jaleo importante. Cada entrevista era recogida por varias cámaras cuyas imágenes veían en directo en una sala de control justo detrás de la pecera. Intimidad cero, vamos. Y, en definitiva, una experiencia nueva para mí. | | | | | | |
| | Yo, en proceso de hacerme con todas las acreditaciones posibles de Tudum. /N. M. | | | |
3 - Pulseritas y pulseritas.
Como periodista, en estos eventos tienes ciertos privilegios. Por un lado, tanto nosotros como los creadores de contenido e influencers (también viajaron un buen puñado de todo el mundo y era fácil diferenciarnos a los unos de los otros porque ellos grababan y se grababan todo el rato; de hecho, creo que ellos pudieron sacar más jugo al asunto que nosotros) pudimos entrar un día antes al pabellón de la Bienal. Para eso teníamos una pulserita. Para las entrevistas del día siguiente nos dieron una acreditación de prensa para colgar del cuello, y para acceder al foso justo al lado del escenario en el evento del sábado, nos dieron otra pulserita, esta vez dorada. Otra más nos repartieron al entrar, esa para todo el público asistente, con un cacharrito que se iluminaba en algunas presentaciones con diferentes colores para crear ambiente. A la mía cada vez le costaba más funcionar según avanzaba la tarde.
4 - Dentro de un gran anuncio.
Vivir Tudum por dentro hace que sientas que estás dentro de un gran anuncio de Netflix. La presentación en directo de más de dos horas y media (iban a ser dos horas, pero cosas del directo, se alargó bastante; no solo pasa en los Goya) fue una especie de gran pausa publicitaria en nuestra vida. Todo muy espectacular, con un escenario enorme y grandes proyecciones que cubrían más allá del escenario, tres pantallones para los vídeos con tráileres y mensajes de los actores. Tudum es un derroche de poderío, un golpe en la mesa. Como dije en Twitter, es la forma en la que Netflix saca pecho de su potencia, se da un baño de masas (aquí había cero críticas, solo pasión y emoción) y vende marca a lo grande. Tienen con qué hacerlo, porque por ese escenario pasaron marcas poderosísimas que arrastran a muchísimos fans. | | | | | | |
| | Gal Gadot llega al evento en directo Tudum. /NETFLIX | | | |
5 -El aplausómetro (o el gritómetro).
Por ese gran evento del sábado pasaron más de un centenar de actores de series y pelis de la plataforma. Y, como en muchas otras cosas, también entró en juego el aplausómetro. O en este caso, el gritómetro. A más gritos, más éxito del personaje sobre el escenario o de la serie en general. El sarao lo abrió Chris Hemsworth, que no fue mal de aplausos, pero nada que ver con algunos de los que vinieron después. Voy a comentar solo los que destacaron, porque partimos de la base de que todos recibieron grandes ovaciones.
Para no estar allí, tanto Penn Badgley (You) como Lily Collins (Emily en París) fueron muy vitoreados. Los chicos de Yo nunca se despidieron, emocionados, de la serie y de sus fans con muchos gritos. Casi les da un patatús con el clip de la primera escena de la segunda temporada de Heartstopper. No están en el podio del gritómetro los protagonistas de La luz que no puedes ver, pero sus dos protagonistas, emocionados totalmente sobre el escenario y sin poder apenas hablar, fueron de lo más tierno de la noche. La presentación de El problema de los tres cuerpos paró un momento porque, cuando fue a tomar la palabra John Bradley, el griterío no le dejaba hablar. Un compañero reaccionó rápido presentándole cual gran estrella: "¡Mr. John Bradley, señores!". Porque sería un evento de Netflix, pero un actor de Juego de tronos es un actor de Juego de tronos. Muchos gritos también para Outer Banks, Avatar: La leyenda de Aang, One Piece y los protaognistas de Agente Stone, sobre todo Gal Gadot (muy loco el griterío) y Jamie Dornan. Para Arnold Schwarzenegger también hubo bastantes aplausos, pero diría que la cosa estuvo más contenida.
Mi gritómetro particular concedería el premio de la noche a Henry Cavill. En cuanto apareció el logo de The Witcher en las proyecciones, el parque se llenó de gritos y parecía que se acababa el mundo. Sobre el escenario, Cavill, con sus compañeros de reparto (Joey Batey hizo de animador y llevó la voz cantante), estaba muy emocionado y agradeciendo una y otra vez a los fans su apoyo. Era su adiós a Geralt de Rivia y la noche sabía a despedida para él. Cuando se marchaban, se quedó el último y, con el escenario ya a oscuras, se dio la vuelta una última vez, levantó el brazo unos segundos entre aplausos y se marchó. | | | | | | |
| | Henry Cavill, Freya Allan, Anya Chalotra y Joey Batey, sobre el escenario de Tudum. /NETFLIX | | | |
6 -Actores que leen y actores que se ponen creativos.
Estar tan cerca del escenario te permite ver detalles que otros no ven. Por ejemplo, las pantallas donde los actores y presentadores (actores también) leían sus textos. Ahí se veía quiénes se ceñían a lo que ponía y quiénes se venían arriba y se inventaban cosas. A veces esos textos se volvían locos porque el actor se había puesto a improvisar y no sabían por dónde recuperarlos. Otras veces, un actor leía el texto que le correspondía a otro y un protagonista de Outer Banks estaba a punto de decir que echaría mucho de menos ser parte de Yo nunca. A Schwarzenegger se le veía las tablas políticas cuando, sin salirse mucho del guion, siempre improvisaba cosas delante o detrás del texto para darle su propio tono. En general, hubo mucha improvisación y mucha emoción, y por eso se alargó tanto. Y, como era Brasil, tras el directo, empezó la fiesta con música a todo volumen. | | | | | | |
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| | Salma Hayek, en el capítulo 'Joan es horrible' de 'Black Mirror'. / NETFLIX | | | |
En los vuelos de estos días he tenido tiempo de ponerme al día con varias cosas. Casualmente, todas de Netflix (prometo que es casualidad). Por un lado, La diplomática, de la que había visto el primer episodio y me había quedado ahí. Dado el furor con el que se vio a mi alrededor, la retomé. Y ojalá haberme enterado de algo de lo que estaba pasando. Me quedé por los personajes (y porque no me había descargado más series en mi tableta), pero no sé si fue el verla en vuelos nocturnos, el jet lag o el tema político que a mí, personalmente, no me engancha, pero me quedé un poco fría. También terminé Yo nunca, con un buen final que cierra muy bien el recorrido de los personajes.
Y en el vuelo de vuelta, maratón de Black Mirror con todos los capítulos de la nueva temporada uno detrás de otro. Grandioso Joan es horrible, divertidísimo y con giros inteligentes, y con una Salma Hayek divertidísima y desmelenada. Siguiendo en orden de más a menos, Beyond the Sea creo que es bastante interesante, pero los otros tres episodios, Loch Henry, Demonio 79 y Mazey Day no pasarán a los anales de la serie. Bueno, quizá Mazey Day sí será recordado porque, ¿qué demonios ha sido eso? Por otra parte, la vertiente tecnológica de la serie se diluye o está totalmente ausente en algunos de estos episodios. Es como si ya todo valiera... Menos mal Joan es horrible, que a Paloma Rando, por cierto, también le ha encantado, como cuenta en esta columna. Aprovecho para recuperar este clásico, todos los capítulos de Black Mirror ordenados de peor a mejor, lista sin actualizar con los cinco últimos. | | | | | | |
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La sugerencia de la Redacción | | | | | | | |
| | Mayim Bialik, en 'Call Me Kat'. | | | |
Hace tiempo os dije que mi compañera Alejandra Agudo, de la sección Planeta Futuro, había escrito un arsenal de recomendaciones televisivas para esta sección. Hoy recupero otra de ellas: | | | | No hace falta que te gusten los gatos para que te enganches a Call me Kat (HBO Max), pero si te encantan los mininos (soy de esas), te enganchará más. Protagonizada por Mayim Chaya Bialik, Blossom para los maduritos, Amy Farrah Fowler en la afamada The Big Bang Theory, la actriz se mete en el papel de la dueña de una cafetería gatuna, rodeada de felinos, su familia y amigos, variopintos y divertidos. La serie tiene tres temporadas de una docena de capítulos breves de 20 minutos que te hacen reír hasta incluso de la adversidad. Hay dos papeles que me gustaron mucho: Kat, divertida, liberada, cuyo físico (una mujer normal) no es un asunto. ¿No os molesta que las series o películas protagonizadas por mujeres que no se ajustan al canon de belleza social, siempre tratan de eso, de su físico? Pues esta no. El otro personaje que adoré, para que os pique verla, es uno de los empleados del café: Phil (Leslie Allen Jordan). Un señor mayor, gay y con mucho humor. De eso van las tres temporadas de esta serie, de amigos, risas, problemas, amores y… gatos. | | | | | |
Las sugerencias de los lectores | | | | | | | |
| | Kenneth Branagh, como Boris Johnson en 'This England'. | | | |
Antonio G. Sierra: "This England (Movistar Plus+) relata las primeras semanas de la lucha contra la pandemia de covid en el Reino Unido, superponiendo dos bloques bien definidos a lo largo de su desarrollo. Uno, casi en modo documental, muestra la batalla en escenarios tan diversos como fueron el de los técnicos y cargos políticos de mayor rango por un lado y, por el otro, el de los miles de sujetos anónimos en la línea más expuesta de las trincheras, desde el aplaudido personal sanitario hasta los enfermos y sus familias. Y simultáneamente, ya en la frontera de la ficción, el guion ofrece un enfoque algo más particular sobre la personalidad del primer ministro: el inefable Boris Johnson, auténtico reclamo de la serie puesto en escena por un Kenneth Branagh teatral como nunca, cuya interpretación ha sido elogiada y denostada casi a partes iguales. Se sigue debatiendo si el actor norirlandés ha reducido su actuación a construir una superficial caricatura del personaje, o si lo que nos está regalando es el retrato magistral de un personaje que ya es por sí mismo esa caricatura".
Faustino Velasco: "En Argentina también ha llegado esto que ha dado en llamarse FAST y se está difundiendo mucho con una crítica: que tal gratuidad, respecto de la TDT (Televisión Digital Terrestre), no es tal por cuanto hay que pagar por los datos consumidos del abono a internet. Acá, en Argentina, se ha desarrollado TEATRIX que ofrece el registro de obras de teatro tanto del país como internacionales y ahora ofrece su versión FAST".
| | | Podéis mandar vuestras sugerencias televisivas (programas, series, documentales...) a nmarcos@elpais.es. Incluid, por favor, vuestro nombre, qué recomendáis y por qué lo hacéis en un párrafo. ¡Gracias! | | | | | |
Seis series destacadas de esta semana | | | | | | | |
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- And Just Like That. Segunda temporada de la serie que sigue a las protagonistas de Sexo en Nueva York cuando ya han superado los 50. Jueves 22 en HBO Max.
- Las noches de Tefía. Los presos de un campo de concentración franquista imaginan un cabaret en el que cada cual puede ser como quiere. Domingo 25 en Atresplayer.
- No apagues la luz. Una madre mantiene la esperanza de encontrar a su hija desaparecida hace 18 años y una periodista está obsesionada con su caso. Lunes 26 en AMC.
- La noche que Logan despertó. Xavier Dolan es el creador de esta serie sobre tres amigos que se reencuentran 30 años después de que algo horrible pasara entre ellos. Martes 27 en Filmin.
- Días mejores. Segunda temporada de la serie sobre la terapia de duelo de cuatro personas que se apoyan las unas en las otras y en el optimismo y humor para seguir adelante. Miércoles 28 en Amazon Prime Video.
- Secuestro en el aire. Idris Elba protagoniza este thriller narrado en tiempo real que sigue el viaje de un avión secuestrado en un vuelo de siete horas. Miércoles 28 en Apple TV+.
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Cinco artículos que no deberías perderte en Televisión en EL PAÍS: | | | | | | | | |
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| | NATALIA MARCOS
| Redactora de la sección de Televisión. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en Participación y Redes Sociales. Desde su fundación, escribe en el blog de series Quinta Temporada. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Filología Hispánica por la UNED. | | | | |
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