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La entrevista de Jordi Évole a Josu Ternera revoluciona la semana | GREGORIO BELINCHÓN | | Jordi Évole, en el documental. De espaldas, Josu Ternera. |
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Hay semanas en que la newsletter nace en una dirección y de repente la realidad saca el puño y arrea el golpe, cambiándolo todo.
Hoy en Filmin se estrena Reality, en la que Sydney Sweeney (estrella emergente y actriz de Euphoria) encarna a Reality Winner, la responsable de las filtraciones que desvelaron la influencia rusa en la victoria electoral de Donald Trump. El guion del filme se basa, literalmente, en la transcripción del interrogatorio del FBI a Winner, y me parecía buen momento para hablar del cine de ficción cuyos guiones nacen de transcripciones literales de interrogatorios judiciales, policiales o militares (no, el “¿ordenó usted el código rojo?” es una invención de Aaron Sorkin). Es un género con más pasado en el teatro, aunque en la pantalla ya hay un puñado de títulos representativos. Y hablamos, insisto, de ficción, no de documentales. Está Declaradme culpable (2006), de Sidney Lumet, con bastantes diálogos basados exactamente en el juicio a la familia Lucchese. O B, la película (2015), de David Ilundáin, basado en la obra de teatro de Jordi Casanovas, que partió de la transcripción literal del texto de la comparecencia en 2013 de Luis Bárcenas, tesorero del PP, en la Audiencia Nacional ante el juez Pablo Ruz. Casanovas acotó su duración y cambió el orden de algunos fragmentos, aunque manteniendo el texto íntegro. O el alegato final del fiscal Strassera en el Juicio de las Juntas de Argentina, 1985 (2022). O algunos de los interrogatorios del clásico Vencedores o vencidos (el juicio de Núremberg (1961). |
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| | Sydney Sweeney, en 'Reality'. |
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Además del estreno de Reality, en el próximo festival de San Sebastián se verá el documental El juicio,que vuelve al Juicio de las Juntas (el relatado en Argentina, 1985), tres horas divididas en 18 capítulos que van de lo universal a lo particular -son temáticos- y para los que el argentino Ulises de la Orden ha usado las 530 horas de grabaciones en cintas U-matic de los 90 días que duró el proceso. En su mayor parte es material inédito porque solo se emitieron tres minutos diarios (y sin sonido) en televisión. Es curioso comparar y ahonda entre Reality y El juicio entre la ficción generada de la estricta realidad, y esa estricta realidad, obviamente remontada.
Pero eso saltó por los aires por otra proyección que ocurrirá también en el festival de San Sebastián, y que tiene que ver con cómo encaramos la realidad más dolorosa en el audiovisual. El filme es No me llames Ternera, y en su corazón hay una entrevista realizada por Jordi Évole a José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, Josu Ternera, uno de los líderes de ETA más sanguinarios de la historia de la banda terrorista. Y su proyección el primer día, el viernes 22, como inauguración de la sección Made in Spain, ha provocado una tormenta mediática. |
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| | Évole, en su entrevista a Yolanda Díaz. |
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Voy a intentar resumirla todo lo que pueda. Josu Ternera está en Francia en libertad vigilada, a la espera de un juicio, y ese tiempo se está dilatando en demasía, mientras la Audiencia Nacional espera su extradición para juzgarle a su vez. Sobre No me llames Ternera surgen numerosos debates. El principal nace de la carta con 514 firmantes (entre ellos, Fernando Savater, los escritores Félix de Azúa, Andrés Trapiello y Fernando Aramburu, los periodistas Miguel Ángel Idígoras y Santiago González, víctimas del terrorismo como Mari Mar Blanco y Maite Pagazaurtundua y personas vinculadas con la política como Rosa Díez) que acusan al filme de blanquear a Ternera. Yo he hablado con dos de los firmantes, Andrés Trapiello y Fernando Aramburu, que añaden más matices a su protesta: la proyección se realiza en un festival que nace de instituciones públicas (su órgano regidor es un patronato conformado por el Ayuntamiento de San Sebastián, la Diputación de Gipuzkoa, el Gobierno Vasco y el ministerio de Cultura) y en un certamen que no programó hace tres años el último trabajo de Iñaki Arteta, Bajo el silencio, crítico con el terrorismo. “Es un argumento falaz considerar que se está opinando sin conocer el contenido de la entrevista. Nadie está juzgando el contenido, cuyo interés documental no pongo en duda. Lo que se cuestiona es la oportunidad de ofrecer una tribuna, un escaparate, una alfombra roja, al terrorista por antonomasia”, dice Aramburu. |
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| | Fernando Aramburu. |
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Y ahí está la clave de este primer debate: no hemos visto el documental. Sus autores, Jordi Évole y Màrius Sánchez, se lo han mostrado a algunos amigos, cierto, y por ahí se han escapado filtraciones. Pero en España, por suerte, está prohibida la censura previa. ¿Sabemos si blanquea a Ternera o le pone contra las cuerdas? ¿Es laudatorio o aclaratorio? No lo sabemos. Yo he hablado con tres personas que lo han visto: todas defienden su rigor. Con todo, insisto: ni los firmantes ni los periodistas lo hemos visto.
Segundo punto: ¿se puede entrevistar a Josu Ternera? “Se puede y se debe”, dice el mencionado Arteta, quien, por cierto, no ha firmado ese comunicado. Él mismo lo hizo en Bajo el silencio (que podéis ver en la web FlixOlé). Sinceramente, ese debate pensé que ya había quedado atrás, gracias al cine de Claude Lanzmann (el nazismo y los campos de exterminio), Rithy Panh (los jemeres rojos de Camboya, que masacraron a la familia de Panh, el gran cineasta de la memoria histórica) y Joshua Oppenheimer sobre las matanzas en Indonesia. Curiosamente, en el Zinemaldia hubo un ciclo en 2016 titulado The Act of Killing. Cine y violencia global, “donde se programaron allí 32 películas que eran a menudo un arma de denuncia, un medio para el análisis o una forma de intervención directa en muchos trágicos problemas”, recuerda el director del certamen, José Luis Rebordinos, quien me dijo: “No humanizamos a Josu Ternera, ya es humano, nadie le humaniza más o menos. Ahora, cometió crímenes monstruosos de los que tiene que responder ante la justicia”. Creo que es pertinente entrevistar a un asesino (en realidad, un rápido paseo por las plataformas de streaming confirma que hay todo un género en ello), lo importante es dar el contexto y hacer las preguntas pertinentes.
¿Eso ocurre en No me llames Ternera? Volvemos al inicio: no lo hemos visto. Sabemos que empieza y arranca con una víctima, el escolta del alcalde de Galdakao, asesinado en 1976, atentado en el que, ayer se confirmó, en el documental Ternera reconoce haber estado implicado. Al terrorista se le van mostrando imágenes de diversos atentados y así es como se llega a ese momento de reconocimiento. Como el crimen ocurrió en 1976, la amnistía de 1977 le libra de responder por él ante la justicia. |
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| | El exjefe de ETA José Antonio Urrutikoetxea, 'Josu Ternera' abandonaba los juzgados de París en septiembre de 2021. / IAN LANGSDON (EFE) |
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¿Es lícito mostrar el filme en un festival financiado en parte con dinero público? Bueno, dejadme responder con otra pregunta: si no lo es, ¿no proyectamos tampoco Shoah, de Lanzmann allí o en una filmoteca?
Aún quedan más debates. ¿Tiene enjundia fílmica el documental que, por cierto, financia Netflix, y que se estrenará pronto en la plataforma? ¿No es un Salvados alargado? De nuevo a la casilla de salida: no lo hemos visto. Es curioso que entre en el ciclo Made in Spain y no en la sección Zabaltegi, más afín a estos formatos, pero poco más sabemos. Su programación el primer día, en cualquier caso, es miremos como lo miremos, una declaración del festival. ¿Es una concesión a Netflix? Rebordinos me aclaró que a él le llamó directamente Évole. “Las películas llegan de maneras muy distintas al festival”, apunta. ¿Hay una razón política para esta proyección? Este aspecto es mucho más complicado que el que parece, tras el latiguillo de "Que te vote Txapote" contra Pedro Sánchez usado en las pasadas elecciones, y con unas posibles elecciones al Gobierno vasco a medio plazo en las que podría ganar Bildu. Esta parte, sinceramente, no la controlo como para aportar algo con enjundia.
En cualquier caso, el mismo Rebordinos lo dice: si la película cae en algunos de los errores posibles, si al comité seleccionador le han metido un gol, el Patronato se puede reunir y despedir a Rebordinos al día siguiente. Puede que, como me dijo una amiga el otro día, “el dolor de la violencia en Euskadi está todavía demasiado cerca en el tiempo”. En fin, aquí tenéis un reportaje con múltiples voces sobre este tema, que recuerda a lo que vivimos en 2003 con La pelota vasca.Por cierto, el viernes que viene, la newsletter la realizaré desde San Sebastián. |
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| | Sara Mesa e Isabel Coixet. / CATERINA BARJAU |
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Lo que nos dejó la Transición: 'Después de...' | |
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| | Cartel de la primera parte del documental español 'Después de...'. |
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Todo esto acontece cuando por fin ya está disponible online el mítico documental -en realidad, son dos películas, No se os puede dejar solos y Atado y bien atado- Después de…, de los hermanos Bartolomé, el gran retrato de la Transición. Cecilia y José Juan rodaron por las calles de diversas ciudades españolas en 1979 y 1980. Lo acabaron en enero de 1981, un mes antes del fallido golpe de estado, y el filme devino en pieza incómoda. “El golpe de Estado triunfó parcialmente. Advirtió del peligro de estirar la cuerda sin medir. Calmó a la gente y redujo la virulencia porque la sociedad vio que podía venir el coco. Eso dio cierto sentido común, pero también cerró la boca de muchas reivindicaciones. El Parlamento se acojonó. La calle se acojonó. El Ejército más progresista se acojonó. Los extremismos plegaron velas y predominó la calma chicha ante el miedo a un nuevo 18 de julio”, asegura Bartolomé cuenta en este reportaje de Paco Cerdà sobre esta maravilla que llega ahora a internet. |
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Otros temas interesantes | | Quiero mi X-wing. La subasta tendrá lugar los próximos 14 y 15 de octubre, en Dallas. Y no es una subasta cualquiera: entre los objetos adquiribles está el X-wing perdido, la ballena blanca de los starwaseros. Viaje en el tiempo. En el rodaje de La guerra de las galaxias se usaron cuatro miniaturas de X-wing con luces y movimiento en las alas articuladas. Sirvieron para los primeros planos y para rodar el misilazo final. Medían medio metro, y uno de ellos se perdió en una mudanza de ILM. Pues ya aparecido, y si tienes dinero (la puja inicial es de 400.000 dólares), aquí podrás saber más. El resto lo veremos venir. |
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Cuando Hollywood estornuda con la huelga de actores y guionistas, España se constipa. La semana pasada, Natalia Marcos y un servidor hablamos con guionistas y actores españoles para entender cómo estaba la situación a este lado del Atlántico. Y si los de Hollywood están en huelga, poco les falta a los españoles. Aunque hubo muchos off the record, al final nos quedó claro que Amazon Prime Video no les paga los famosos residuals o regalías obtenidos con la repetición de series o películas en las que hayan trabajado, y que la inteligencia artificial ya está aquí para reventar esas profesiones (ruedas un día a un actor y ya lo duplicas y multiplicas como y cuando quieras). Aquí tenéis todo el reportaje, al que añado dos curiosidades: estos días en redes ya se ve el resultado de aplicar a vídeos una app que pasa a cualquier idioma lo que dice la gente que aparezca (y con su voz) y en Hollywood para obtener fondos para quienes peor lo están pasando, las estrellas están subastando todo tipo de acciones y experiencias con ellos. Por ejemplo, una cena privada con David Cross y Bob Odenkirk, o que Natasha Lyonne te ayude con el crucigrama dominical de The New York Times. |
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| | Yorgos Lanthimos con el León de Oro del festival de Venecia por 'Pobres criaturas'. / TIZIANA FABI (AFP) |
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A Carlos Boyero le ha gustado la nueva comedia de Nanni Moretti y apunta: "Moretti combina muy bien la comedia y el drama, sigue creyendo en la supervivencia de una izquierda racional y que no sea deudora de las cansinas y mentirosas consignas, no sectaria, subversiva en nombre de la verdad, aunque esta pueda ser incómoda".
Podéis leer la crítica aquí.
TODOS LOS NOMBRES DE DIOS. Daniel Calparsoro. |
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Para Javier Ocaña, el nuevo thriller de Calparsoro "lo acaba fiando todo a una imagen: un ciudadano español con un chaleco bomba caminando por la Gran Vía de Madrid, previamente desalojada, seguido por una interminable fila de furgones policiales. Cómo se llega hasta ahí tendrá que averiguarlo el espectador en el cine, pero resulta descorazonador que un trabajo tan amplio en todos sus frentes decida virar su historia hacia algo tan banal".
Podéis leer la crítica aquí.
EL CONDE. Pablo Larraín. |
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Para Elsa Fernández-Santos, "una vez que hemos visto a Pinochet volar como Batman y beber sangre como un murciélago, lo que queda solo es una estampa cuya radiografía de un legado siniestro resulta mucho menos incisiva que la de una película como No (2013), que cerraba la trilogía de la dictadura que forman Tony Manero (2008) y Post mortem (2010)".
Podéís leer la crítica aquí. |
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Pues ya estamos. Ha sido una newsletter larga, pero merecía la pena.
Para cualquier duda, en X, antiguamente conocida como Twitter, soy @gbelinchon. Antes de despedirme, os recuerdo que en EL PAÍS hemos conformado un equipo de investigación sobre el abuso y el acoso sexual en el cine español. Si lo has sufrido o conoces a alguien que lo haya sufrido, Elena Reina (ereina@elpais.es), Ana Marcos (amarcos@elpais.es) y yo mismo (gbelinchon@elpais.es) estamos para escucharte. Hasta la semana que viene.
En Twitter, para cualquier consulta, soy @gbelinchon.
Si quieres, puedes reenviar esta newsletter a tus contactos o decirles que se apunten aquí. |
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| | GREGORIO BELINCHÓN | Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales. |
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