Notas sobre cultura, feminismo e intimidad ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏
| | | | | Notas sobre cultura, feminismo e intimidad | | | | | |
Ellos lo llaman amor | NOELIA RAMÍREZ | | Mural de Jenny Holzer, de la serie 'Survival' (1983-1985). | | | |
“Y a ti, ¿quién te cuida?”. La pregunta la formulé por teléfono hace unos meses a mi tía I., una de mis personas favoritas en mi familia. I. me contaba que, además de hacerse cargo de las tareas de su casa, de sus nietos mientras sus hijos trabajan, de cobrar por limpiar y organizar la rutina de otra familia dos días a la semana, tenía que cuidar de su madre, que había enfermado de golpe. Mi tía estaba al borde del colapso, pero no se quejaba en voz alta. Las mujeres de mi familia nunca lo han hecho, les hicieron creer que estaban hechas de una pasta distinta al resto. Fue preguntar quién cuida de la cuidadora y un torrente de sinceridad anegó aquel teléfono. Erupcionó el géiser de los sentimientos.
Pertenezco a una era que ha manoseado hasta desproveer de sentido a los cuidados. Nos repetimos unas a otras el mantra de ponerlos en el centro, casi como un imperativo categórico hueco, aunque muchas en realidad no sabemos cómo hacerlo. Los mentamos y manifestamos mágicamente un escudo a este malestar generalizado, nuestro refugio para un mundo sin corazón. Desde las tribunas nos hablan de la ética de los cuidados y de feminizar el poder, como si las sonrisas, la empatía y el afecto solo se nos diese bien a nosotras por pura lotería biológica y esencialista. Como si durante décadas no hubiésemos visto cómo esa forma de sostener el mundo reventaba los cuerpos y los nervios de las mismas de siempre, las que cumplían con su deber obedientes y en silencio. | | | | | | |
| | Portada de 'Ellos lo llaman amor' (Verso, 2023) y retrato de Alva Gotby, su autora. | | | |
A las mujeres nos han hecho creer que somos las principales responsables del trabajo de fomentar y crear un entorno emocional acogedor. Y es más, nos han hecho pensar que el amor es la propia recompensa del cuidado, que este jamás debería ser manchado con dinero. Pero, como le dijo Marina Garcés a Pol Guasch, yo también creo que "hay personas que están muy bien cuidadas, pero nunca han sido queridas”. Y quiero creer que el sacrificio ya no forma parte de nuestra idea del amor, que ya no nos aporta dignidad ni valor, que el sufrimiento ya no nos lleva a ninguna parte.
“¿Cómo sabes si te quieren? ¿Cómo puedes saber si alguien se preocupa por ti? Piensa en los humildes gestos del amor: todas las pequeñas cosas que te han hecho sentir cuidada. ¿Quién estaba creando esa sensación? ¿Quién estaba trabajando para hacerte sentir segura, amada y apoyada?”. Las preguntas que se plantea la escritora Alva Gotby al inicio de Ellos lo llaman amor. Una política de las emociones (Verso, 2023) son las mismas que me asaltan una y otra vez desde hace un par de meses. Porque en esta carta podría romantizar la labor titánica y sacrificada que he visto en las mujeres de mi familia y en mi propio padre, convertido por cosas de la enfermedad en delicado y dedicado cuidador de mi madre. Pero sin ese trabajo cotidiano de acompañamiento, eso que algunos llaman amor, nada de esto que entre todos llamamos sistema se sostendría. Nada seguiría adelante. | | | | | | |
Qué he consumido estas dos semanas | | - Volver a esta cita de Anne Boyer en Desmorir (Sexto Piso) que rescata Alva Gotby en su texto: Los seres humanos existimos tan enteramente en este lado oscuro de la indefensión como lo hacemos en el lado luminoso de hacer lo que nos viene en gana. Que te cuiden es la subestructura invisible de la autonomía, el trabajo necesario generado por la debilidad del cuerpo humano mientras dura nuestra vida. Nuestra visión del mundo es a veces dependiente, un rostro que dice "quiéreme", lo cual significa algo así como "traéme sopa".
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