Las acampadas en universidades de Europa y Estados Unidos, la operación terrestre en Rafah, las negociaciones sobre un alto el fuego, la presión sobre Benjamín Netanyahu. Aunque la franja de Gaza ha centrado la atención de la prensa internacional durante la última semana, he optado por comenzar esta newsletter con la ola de violencia contra políticos en Alemania, un asunto que ha alarmado al país, a un mes de que se celebren unas elecciones europeas a las que los partidos de ultraderecha llegan con mayores aspiraciones que nunca.
Ataques en Sajonia. El ataque más grave se produjo el viernes por la noche en la ciudad oriental de Dresde, bastión del partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD). Cuatro jóvenes de 17 y 18 años propinaron una paliza a Matthias Ecke, eurodiputado del SPD, mientras pegaba carteles electorales. El político socialdemócrata tuvo que ser hospitalizado con una fractura en el pómulo y la cuenca del ojo.
En la misma ciudad, capital del Estado de Sajonia, fue atacada el martes Yvonne Mosler, una política local de Los Verdes. Mosler fue empujada, insultada, amenazada y escupida. Horas antes, Franziska Giffey, exalcaldesa de Berlín, fue agredida por un hombre en una biblioteca de la capital.
Las cifras son alarmantes: el Gobierno alemán ha estimado en más de 10.000 los ataques a políticos en los últimos cuatro años. Solo en 2023, fueron 2.790. La situación es más grave en el Este, donde el crecimiento y la radicalización de la ultraderecha no son fenómenos nuevos.
Los casos de Ecke, Mosler y Giffey son solo la punta del iceberg, pero han generado un intenso debate sobre qué se puede hacer para proteger mejor a los ciudadanos involucrados en política, justo a un mes de que se celebren las elecciones al Parlamento Europeo. Unos comicios que, precisamente, pueden suponer un punto de inflexión para las fuerzas de extrema derecha.
Von der Leyen. María R. Sahuquillo, jefa de la delegación en Bruselas, ha informado en las últimas semanas sobre los guiños de Ursula von der Leyen a una parte de las formaciones de ultraderecha. La presidenta de la Comisión, aspirante a repetir en el cargo como candidata del Partido Popular Europeo, se ha abierto claramente a alianzas con el grupo de Vox o Hermanos de Italia. Los socialdemócratas europeos han advertido a Von der Leyen de que no revalidarán su coalición en la Eurocámara si finalmente pacta con los ultras.
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En este artículo, María y Andrea Rizzi, corresponsal de asuntos globales, detallan las múltiples diferencias que dividen a la constelación ultra, en auge, pero enormemente diversa y desunida. -
En este otro, María y Marc Bassets, corresponsal en París, explican cómo se ha erosionado en los últimos años el cordón sanitario a unas formaciones extremistas que han dejado de ser las apestadas de la política europea. |