Notas sobre cultura, feminismo e intimidad ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏
| | | | | Notas sobre cultura, feminismo e intimidad | | | | | |
El privilegio de ser lenta | NOELIA RAMÍREZ | | 'En las eras' / CRISTINA GARCÍA RODERO | | | |
Me encantaría ser esa clase de persona, pero la vida no me deja ser lenta. No hay nada en mí que lo delate. Hablo y gesticulo rápido, como si una voz en off iniciase una cuenta atrás cruel cada vez que abro la boca, lista para alertar de que he consumido mi tiempo y, con él, la paciencia del resto. Procuro escribir frases cortas, que no distraigan la lectura. Envidio a quienes usan sin pudor el punto y seguido, ese recurso tan elegante y de aristócratas, de gente elevada que se recrea escuchándose y subordina ideas porque nunca le atormentó el cronómetro de la impaciencia. En la calle, camino embalada y con las manos ocupadas, como si me esperase alguien más importante en otra parte. Mi gurú es Google Maps, al que siempre venero en tránsito: te quedan 3 minutos para el siguiente autobús que tardará 15 minutos en llegar hasta tu destino, pero si pillas bici serán solo 12, 6 menos que el trasbordo entre líneas si optas por el metro. En este elige tu propia aventura de mi etapa adulta siempre me quedo con la opción más rápida, las más corta. No puedo permitirme otra. Desde que envié la última carta he podido ser lenta. Estuve de baja médica por una intervención ocular que se resolvió sin complicación y con el único inconveniente de no poder nadar en un mes. Mi oftalmóloga me recomendó tomármelo con calma. Lo acaté. Podía leer y mirar pantallas, pero me despertaba y ni siquiera me colgaba del móvil. Desayunaba tarde. Deambulaba con Rumba, mi perrita, por calles, plazas y parques y ya no tiraba de su cuerda con prisa opresora. Empecé un libro con el que estoy viviendo un idilio pausado. Cociné esa receta de salmón que cogía polvo en el archivo de Instagram. Fui a un concierto emocionante con mi padre. No hice nada extraordinario, pero la ciudad y la vida se sienten distintas cuando puedes ser esa otra persona un martes al mediodía.
“Pienso mucho últimamente en la lentitud y en el privilegio de permitírsela”, tuiteó la escritora y poeta María Sánchez poco antes de esta baja reveladora. He pensado mucho en esas palabras durante las dos últimas semanas y en lo bien que esa reflexión se relaciona con otra que me atormenta de Jenny Odell: “Es posible encontrar el ocio aparte de las vacaciones, pero ayuda que no toda tu vida esté subsumida por la inseguridad, la ansiedad, o el trauma”. Si he ignorado todo este rato Google Maps y al fin pude dejarme ir fue porque mi nómina seguiría intacta a final de mes. Podía salir y sentir el jazmín florecido porque todo en mi vida estaba en orden: la nevera seguiría llenándose y el alquiler estaba asegurado. En mi individualidad no había nada pendiendo del borde. | | | | | | |
| | /CRISTINA GARCÍA RODERO | | | |
Dice Jenny Odell que lo slow no es necesariamente equivalente a estabilidad, largo plazo, duración, madurez, y en consecuencia, mejora humana. En ¡Reconquista tu tiempo! (Ariel, 2024) lo ejemplifica al recoger la existencia de un “reloj lento” de 260 euros cuya esfera muestra veinticuatro horas meticulosamente subdivididas, con un cero en su parte inferior. La marca que lo vende mercantiliza la idea de “ralentizar el mundo”, pero el sentido temporal que impone la esfera de ese objeto no concuerda con el tiempo hegemónico del resto. Los “slowers” (así llama esa compañía a quienes lo llevan) son personas privilegiadas que no solo pueden permitirse comprar ese objeto, sino leer el tiempo de forma diferente. Gente que aspira a vivir en una esfera distinta al resto del pueblo. Durante esos días en los que logré ser otra me sentí un poco protagonista de una de esas cuentas de slow living de Instagram tan envidiables como irritantes. Hablo de las que en las que lo mismo se cosifica con música cursi a ancianos paseando cogidos de la mano —qué curioso, nunca nadie les pregunta a quién votan o qué piensan del aborto— pero en las que sobre todo vemos a gente muy blanca y muy delgada levantándose frente a una playa desierta o leyendo en casas acristaladas bajo el manto de la jungla mientras la lluvia golpea suavemente el cristal. Ese ideal me hipnotiza tanto como me mosquea, porque nos ha hecho entender que la lentitud no se practica, se consume. Y se hace de forma privada. Otra chuchería más para quien pueda pagársela en la economía de la experiencia. | | | | | | |
Qué he consumido estas dos semanas | |
- Esta cita de Michael Dunlop y Tom Schuller vista en el libro de Jenny Odell del que os he hablado: "El trabajo domina sobre todo lo que hay a su alrededor igual que la montaña domina sobre la llanura".
Por mucho que lo intente el retinol al 3% no puede frenar a la anciana que me crece dentro y me asusta no puedo borrar de mi cara al tiempo
La lucha por no arrugarse es una lucha por carecer de memoria y una persona sin biografía o un país sin historia son pequeñas gacelas que no alcanzan a ver al león entre el trigo
Pienso que cuidarse puede suceder al margen de las tarjetas de crédito el amor es lo único capaz de descentralizarse operar al margen de la ley y ser la ley
| | | | | | |
En S Moda nos hemos obsesionado con: | |
*** Si te han enviado esto y quieres recibir más ensayos y recomendaciones sobre cultura, feminismo e intimidad cada dos jueves, puedes apuntarte a esta newsletter aquí. También puedes escribirme con comentarios, apuntes o sugerencias a nramirez@elpais.es o escribirme vía Twitter, donde paso más tiempo del que me gustaría | | | | | | |
|
| | | La información siempre es tendencia | Accede sin límites a toda la actualidad de EL PAÍS por solo 1 € el primer mes*. | *Promoción válida para nuevas suscripciones | | | | | | | Gracias por leernos | | Apúntate a otras newsletters | © Ediciones El País, S.L.U. realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde esta “newsletter” a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados a tal fin de conformidad con el artículo 67.3 del Real Decreto-ley 24/2021, de 2 de noviembre.
Publicidad: Has recibido este boletín porque has aceptado recibir la newsletter de Lo raro es vivir. Para más información, consulta la Política de Privacidad de los medios Prisa.
Borrar cuenta: Si quieres borrar tu cuenta de los medios Prisa o si quieres ejercer tus derechos puedes hacerlo por email a privacidad@prisa.com desde tu correo tepadirectorio.gratis@blogger.com.
Baja total: Si tienes contraseña en EL PAÍS, puedes acceder a tu perfil para dar de baja todos los boletines o cancelar tu cuenta de EL PAÍS.
Baja boletín: Si quieres dejar de recibir este boletín concreto, dirigido a tepadirectorio.gratis@blogger.com, puedes darte de baja | | | | |
|
Califica este artículo:
{[['
']]}